Bellos, buenos y sanos.

Estamos aquí, en Granada.
Con los pensamientos en las nubes.
Esperando la aparición de la virgen de Lourdes, o de Fátima.
Pero no somos pastores, ni tenemos ovejas. No bebemos el agua de los charcos.


¿ Qué peligro corremos ? Pasar inadvertidos. Escurrirnos, como un pez en las manos.





Llamo mucho la atención, pero si me señalan,
y soy un águila, al que le cortan las alas,
entonces, ya no podré ser león, si el peluquero da forma a mi melena.
O si Eduardo Manostijeras viene a mi jardín, a dar forma redondeada, a los setos.


Lo inevitable es la belleza. Así se reordena el Puzzle o rompecabezas.


Todo empieza a diez grados bajo cero.
Todo empieza al Norte, pero al Sur, Alláh, grande y bendito por siempre.
¡ Oh, belleza ! Fantasía y Alquimia, o transformación del plomo, en oro.
Del viejo, en joven; del hombre, en mujer. Puesto que alguien debe serlo.


Por el bien de la raza humana.

 

Confieso mi desconcierto pero, qué decir cuando mi lógica va por los cerros de Ubeda, ah! si, que disfruto el desorden, como el de las letras de Sabina, un crack...

Saludos,

Palmira

 

Palmira, me alegro mucho de que disfrutes de la vida, alma de cántaro.
Eres tan inocente como una oveja, en el barrio chino.
Pero me caes bien.

 

Jajajaja, qué osado Sr.Nommo, no me llamaban ingenua desde el pleistoceno