¡Bendita Tierra!

¡Bendita Tierra!
Paco Valadez – 070910
(A los Centenarios de esta Nación)

Naci en una tierra generosa, hoy, no quiero hablar de la impunidad, la violencia, ni los malos gobiernos estatales ni federales, ni tampoco de la tranza o corrupción de las autoridades, mucho menos de lo caótico que es vivir en la capital ya sea de sus manifestaciones diarias donde unos se quejan y muchos pagamos ese sentir, ni de su trafico o el poco respeto a las decenas de mujeres, hombres y niños que se ven agobiados por tanta hipocresía.

Hoy, hoy quiero hablar de un pueblo, que viene de unas culturas emblemáticas entre otras, la Olmeca, los Zapoteca, los Mayas, los Mexica; de un pueblo que tiene tradiciones, el cual se ha sobre puesto de guerras internas, en los pueblos precolombinos, de guerra Independentista, de invasión del pueblo del norte, de guerra por tener tierra y libertad.

Hoy, deseo hacer una pausa y pensar en esta bendita tierra, bondadosa, donde su hidrografía es de las más lindas y variada, que tiene tierras fértiles y nos da tierras desde selvas, bosques, sierras y hasta desiertos, en donde sus mares son bellos en las puestas del sol ya sea en el golfo de México, el océano Pacifico o incluso en el mar del Caribe, donde la gente es amable y cordial; que se ha sobre puesto a movimientos telúricos, donde la ayuda se da sin esperar nada a cambio; solo hoy, quiero pensar en esta bendita tierra.

Tierra de soñadores quienes vivimos y nos sentimos orgullosos de esta tierra, con las alegrías de tener música que va desde el típico mariachi, la banda o lo grupero, que con voces como las hermanas Tariácuri, Jorge Negrete o Pedro Infante, Vicente Fernández son representantes de esta tierra.

Hoy hago una pausa, y pienso en la alegría de los abuelitos, los padres y los hijos, hermanos o amigos, quienes formamos esta sociedad que como todo lo humano con errores es bondadosa, hoy tenemos libertad de caminar por un centro histórico quien alberga la catedral, el gobierno del distrito federal o el mismísimo palacio de gobierno federal y porque no decirlo donde se hayan los restos del grandioso templo mayor.

Ahí encontramos los grandes hoteles, el gran lábaro patrio, sus calles llenas de recuerdos, sus avenidas importantes como insurgente o reforma, sus edificaciones enormes o su andar de la gente asombrándose de su esplendor; hoy hago una pausa y bendigo la tierra donde naci, donde he crecido y donde moriré algún día; que me ha dado de todo, tristezas, enojos pero muchas alegrías.

Hago una oración por esta ¡Bendita Tierra, México de mis entrañas!