Benevolencia

Las caricias que nadie más conoce,
cada roce que como las olas, rompe,
un amor que se esconde en la noche.
Sé benévola, marea.
Blanco cielo, el miedo susurra
fríos sentimientos, claros como la Luna,
la tristeza más helada y dura.
Sé benévola, marea.
Mi vida que escapa aunque no quiere,
un mundo que me mira y me teme
un cuerpo muerto que ya nada siente.
Sé benévola, marea.
Tú robaste un corazón enamorado,
tú torturaste a un desalmado
jamás pensé que dolería tanto.
Sé benévola, marea.
Tormentosos vientos, alejar esta locura tierna.
Oscuras nubes, tronar sobre esta maldita tierra.
Amado océano, llévate estas cadenas.
Siniestro destino, ¿aliviarás el dolor que me espera?
Sé benévola, marea,
por un sueño imposible, nada me queda,
por favor, líbrame de estas penas.

 

Hermosos versos, una inspiración excelente de poesía.

 

Buen poema, para el aplauso...y de pie.