Bien vale un suspiro

La cordura bien vale un suspiro
¿Qué estoy perdido? Yo estoy tranquilo.

Enredado entre las raíces del árbol de Pío Baroja
gateo como un recién nacido huyendo de este mundo
mientras sus padres bobalicones apluden sus amagos de adulto.

Corté las hiedras encorbatas para escalar por alguna falda
desde allí vi muertos y vi casi vivos, unos ricos y otros más ricos
Gente blasfemando y personas conversando, libros intoxicados y enfermizos.

Lloré serrín y motas de asfalto, algún cigarro me selló las manos
a algún balcón y me vi cayendo de bruces al suelo... de bruces al suelo.
Pasado un tiempo logré entenderlo: quizás fue mejor caer del sueño.

La cordura bien vale un suspiro
¿Qué estoy perdido? Yo estoy tranquilo.

La moralidad bien vale un respiro
¿A dónde marchaste? Me amrché al olvido.