Bienvenida séas

Alguién con quién compartiste,

una pagina de tu vida.

Alguién que desperto, emociones,

que te éran desconocidas.

Alguién que entre carcajadas,

a su jardin secreto te invitò.

Ese Alguién, a quien que el tiempo creyò,

de tus recuerdos haberlo borrado.

Derepente una noche de invierno,

ese Alguién, se introduce en tus sueños.


Una cita enigmatica es verdad,

pero igualmente, un hermoso reencuentro.


Vanesa ? Vanesa !

A su nombre, con un beso respodìa,

sus ojos brillaban de alegrìa.

Una cabellera larga color ébano,

un cuerpo voluptuoso cubierto de un short rosado de seda,

y una camiseta blanca de algodon.

Vanesa siempre andaba descalza.

Ella me confiò que su inspiracion musical,

de siempre estar alegre, agradecida,

provenìa de la madre tierra.


Los trinos de su flauta, la magia de su danza,

acaramelaba la audiencia de cada uno de sus recitales.

Esta mujer excepcional, no solo compartìa,

el encanto de sus creaciones, en grandes teatros.

Igualmente por las calles, donde,

el publico cada vez se duplicaba.


Fué entre notas musicales,

que envuelven tantos corazones.

Fué entre momentos de diversiòn,

momentos definitivos de tomar una desicion,

cuando por primera vez, la vì.


Mi ruta era recta, sin desvio alguno al horizonte.

Al compas de un ritmo monotono, mis pasos avansaban.

No màs emociones, no màs sentimientos.

La inspiracion, ya tan solo era un recuerdo fugaz,

de una época pasada.

Mi ruta era recta, sin desvio alguno al horizonte.

Las puertas del otoño, era mi unica prioridad.


Repentinamente, aquél ritmo monotono desapareciò.

Con asombro contemplé, que mi ruta,

en adelante, se desviaba hacia muchos destinos.

La magia de los trinos de una flauta,

me obligaron a tomar uno de aquellos desvios.

Como un delicado susurro al oido,

la musica de esta damisela antes desconocida,

me hechizo.

Delante de una playa virgen,

mi caminata terminò.

De entre las tibias arenas, Vanesa surgiò.


Es algo enigmatico,

pero igulamente tan hermoso.

El que alguién que hace tiempo conociste,

sigilosamente derepente, se introdusca en tus sueños.

Bienvenida séas, Vanesa !