Bitácora de un soldado

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La notica llegó con un frio invernal
y todo se detuvo a mi alrededor
me preguntaba qué había hecho mal
y por qué me castigaba el creador.

Me tomó tiempo la noticia procesar
y me engañé creyendo ser valiente
para poder al campo de batalla entrar
pero La Parca me mostraba sus dientes.

Después de cuatro años en las trincheras,
ciento veinte libras menos y grandes ojeras
mi cuerpo me exigía que me rindiera.

La quimioterapia resultó no ser efectiva
y fui enviado a casa de manera definitiva.
El cáncer se apuntaba otra victoria
y yo me convertía en solo una memoria.

Lentamente mis ojos se cerraban
y mis hijas sin su papá se quedaban.


R.I.P.



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. Gracias Maria, un gusto tenerte por aquí.

 

Un evento rodeado de tristeza, cuanto dolor produce la enfermedad.Realmente conmovedor ... las lágrimas aprietan mi garganta.
Te envío saludos.

 

. Gracias Alecctriplem, un placer tenerte por mis letras. Saludos cordiales

 

Impresionantes versos, una enfermedad que se lo lleva todo sin pedir permiso, ladrona de cariños y hacedora de tristezas, una guerra de la cual pocos salen ganadores, magnífico poema, saludos Alex

 

. Gracias Alex, un honor tenerte por aquí