Bolsonaro ?

La personalidad determina el accionar y hasta donde es capaz un ser humano de omitirse por interés propio o sectorial. En este aspecto, Bolsonaro presenta características complejas marcada por desequilibrios emocionales, sumado a una notoria inclinación ideológica fascista. Nadie podrá opinar que ha sido engañado pues son notorias y manifiestas estas aristas de su personalidad.
Intelectual y políticamente nunca en sus casi 3 décadas de Diputado se destacó.
Esta serie de características son las que -razonablemente- inducen a pensar que existe probabilidad de imprevisibilidad en el desempeño futuro en el ejercicio del mandato.
Venció ampliamente las Elecciones con el apoyo del 40% de los electores brasileros, lo que legítima democraticamente su gobierno.
Resaltando que el voto en Brasil es generalmente más emocional que racional, existieron (y existen) 3 factores determinantes de su elección: 1) supo capitalizar el anti-petismo, que es considerable; su condición de ex-Capitán del Ejército hicieron presumir al electorado 2) idoneidad y predisposición para combatir el crimen organizado, y 3) dado la historia de ausencia de casos notorios de corrupción de Militares, en un escenario generalizado de políticos corruptos, supo trasmitir especialmente a través de la redes de comunicación una imagen de "nuevo" político, diferente a los postulados, aún habiendo sido 7 periodos Diputado siempre por diferentes Partidos Políticos.
Su triunfo fue contundente en 2/3 del país, sólo la Región Nordeste se mantuvo fiel a Partidos de Izquierda, principalmente al Partido de los Trabajadores (PT) liderado por Lula desde la prisión.
Este consenso le facilitará al Gobierno tomar medidas impopulares, mas necesarias, en lo económico y político, entre ellas -y primordiales- la Reforma del Sistema Jubilatorio y de las Representaciones Políticas.
A pesar de ser el Partido Social Liberal (PSL, noveno partido de afiliación de Bolsonaro) pequeño en estructura y representación parlamentaria, Bolsonaro está dirigiendo su proyecto de mayorías parlamentarias hacia las bancadas corporativas (no partidarias) del agro-negocio, evangélicos y la denominada "bancada de la bala" (militares y afines).
Dada la precaria situación económica y el desprestigio de los políticos, las medidas que adopte en estos temas seguramente no empeorarán la realidad del país y tendrán apoyo popular en lo inmediato.
La gran incógnita es que sucederá en el aspecto social. Hay muchos indicios previos de autoritarismo, sectarismo y discriminación. Estos son los "grandes miedos" de medio Brasil, que es pacífico y paciente, pero no cobarde ni indolente.