Buenos aires

Buenos aires,

mi dulce buenos aires,

donde quedo la historia,

de hombre enamorado,

camine tus plazas,

tomado de la mano,

Con la dulce mujer,

que acompañaba mi tiempo.


Buenos aires,

cuantos recuerdos,

de épocas vividas,

cuantas nostalgias,

de aquellos amores,

la plaza San Martin para mostrarse,

el parque Lezama,

para ocultar la trampa,

de la madre insidiosa,

por su hija adolescente,

cuando un sábado sin filtro,

la soledad acuciaba,

recorrer Constitución y el Once,

en busca de una enamorada.


Buenos Aires, la ciudad que ame y que me amaron,

Hoy te veo lejana y taciturna,

Ya el Rosedal no cobija amores platónicos,

Hoy solo veo encuentros de momentos,

Hoy por las noches solo veo miedo.

La calle florida paseo obligatorio de todo enamorado,

Se ha convertido en la tierra de nadie,

Donde los ladronzuelos con sus armas filosas,

Juegan con la vida, y no entienden de amor,

Qué triste Buenos Aires.



Cuando el amor se pierde,

y todos corren por el miedo,

eras la ciudad del plata,

por el amor por la belleza,

te has convertido,

en la ciudad de nadie,

donde en tus zaguanes nacían amores,

hoy solo queda el recuerdo de otra vida.

querida Buenos aires.

JUAN CARLOS VILLANUEVA



​