Buitres

Buitres


No es fácil dar un paso hacia adelante

cuando hay buitres morfando en el camino

carroña como restos de un sobrante

que al descuido ha dejado un peregrino.


Si te acercas su vuelo, luz mediante,

se alza en ronda esperando que el destino

les ofrezca la perla del obrante

o ser parte del éxito cansino.


No alcanzan a llegar a las estrellas,

son sombras proyectadas de un ocaso

en un suelo agotado de querellas.


La propuesta se basa en el fracaso.

Cuando cae la envasan en botellas

por si alguien con sed quiere otro vaso.​

 

Esplendido soneto Angel Cesar nos has compartido.Todos hemos conocido esos seres nefastos pero hay que seguir adelante en busca de los luminosos. Fue un placer leer tu obra.
Un gran abrazo y buen fin de semana.

 

Los tercetos son magníficos tanto en las imágenes como en la intención. Un gusto leerte.

 

Muchas gracias por pasar, Laly. Un placer tu visita.
Abrazo fraternal.

 

Muchas gracias, Luciana.
Buen domingo.

 

La última estrofa me impactó poeta, saludos, feliz fin de semana.

 

Muchas gracias. Feliz domingo.

 

Buenos versos compañero, sin olvidar que
estos seres oscuros cumplen una tarea de limpieza antibacteriana imprescindible en la naturaleza.

 

¡Excelente, Ángel César!

En lo personal no creo que te refieras a los pájaros en sí mismos,
sino a las personas que asumen semejanza con ellos_
Abrazos_

 

Muchas gracias por pasar, Riolita. Son seres oscuros que ponen vallas, pero hay que ser inteligente para poder sortearlas.
Saludos cordiales.

 

Pobres pájaros, la verdad que ellos lo hacen por instinto y no por eso se deben culpar, pero esos seres que se asemejan lo hacen con alevosía y eso sí que es penoso de ver.
Gracias por pasar, Lucio.
Abrazo.

 

Qué los hay los hay!
Gracias por pasar, Marcos.
Abrazo.

 

Muchas gracias, Isabel, por tu paso. Me alegro que te haya gustado.
Abrazo fraternal.

 

Así como un animal carroñero por naturaleza se alimenta de muerte y cumple una función en el ecosistema, también hay seres oscuros que se alimentan de nuestro dolor, desesperanza, angustia. Solo que lo hacen netamente por maldad. Una maldad innata. El malestar ajeno es como una adicción para ellos.
No hay que darles de comer, esa es la mejor defensa.
Ignorarlos, no darles entidad y amarnos mucho para poder amar a los que nos necesitan.
Me encantan tus temas, Ángel porque se prestan a reflexiones.
Un abrazo con admiración.

 

No hay que darles de comer, es cierto, pero a veces aprovechan las circunstancias en donde quedamos encerrados. Todo cae por su peso en definitiva.
Gracias, Cecilya.
Un beso.