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Tema en 'Poemas Filosóficos, existencialistas y/o vitales' comenzado por Crivas92, 21 de Febrero de 2014. Respuestas: 0 | Visitas: 314

  1. Crivas92

    Crivas92 Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    29 de Enero de 2014
    Mensajes:
    81
    Me gusta recibidos:
    49
    Género:
    Hombre
    Un hombre camina en una playa,
    Entre grandes rocas fisuradas,
    Busca algo, no sabe que, busca algo,
    Entre dos rocas encuentra una cueva,
    Observa adentro y ve una luz a lo lejos,
    Camina con cuidado,
    Pensando sus pasos,
    Con miedo.


    La luz está muy lejos,
    Siente miedo,
    Siente como si la obscuridad del camino le jalara el alma,
    Queriendo quitársela.


    Él sigue de frente,
    Buscando ese algo que no sabe que es,
    Su única pista es esa luz de al fondo,
    La que le marca la ruta.


    La luz se apaga,
    Todo se vuelve obscuridad,
    Él se des ubica,
    Con miedo camina en círculos,
    Siente una presencia en el cuarto,
    No tiene norte,
    Está perdido


    ¿Cómo hacer cuando perdemos esa luz?
    ¿Cuando de pronto no hay dirección y el sentido que teníamos se dispersa?
    ¿Cuando el camino se nos va de las manos y tan solo quedamos con la angustia del fin no concretado?


    El chico intenta retroceder sus pasos,
    Pero con eso solo logra tropezarse,
    Cae al suelo, asustado, una fuerza interior lo jala a quedarse sentado,
    Aquella presencia que sentía le toca el hombro,
    Él voltea y no ve nada.


    ¿Quién está ahí? - pregunta agitado.


    Nada responde a su pregunta, solo el silencio, y el eco.


    Él mira a varios lados, pero no se levanta,
    Cierra los ojos,
    Y en la obscuridad de sus párpados ve esa luz que vio en un inicio,
    Solo que en otra dirección.
    Entonces camina hacia ella,
    Esta vez sin poder ver nada.


    Mientras avanza siente todo a su alrededor,
    Siente las piedras del suelo,
    Las paredes de la cueva,
    Los montículos de arena,
    Los silbidos del viento y
    El sonido del agua,
    Que se resbala por las paredes y
    Caen al piso en forma de gotas.


    La luz vuelve a apagarse,
    Vuelve a sentirse perdido,
    Había perdido el rumbo nuevamente,
    Esta vez menos asustado.


    Camina en línea recta sintiendo todo a su paso,
    Siente el sonido del agua chocando con fuerza contra las rocas,
    Siente la humedad de la arena que cubre sus pies,
    Empatíza con el lugar,
    Pronto siente la soledad de las rocas,
    La melancolía del mar,
    La volubilidad del viento,.


    Siente el dolor de las rocas, que golpeadas por el mar son obligadas a entregarse a este,
    Siente la pena del mar, que sabe que por más que se eleve nunca va a alcanzar la luna,
    Siente los celos del sol, porque sabe que el mar no lo ama solo a él,
    Siente la pena del viento, que toca a todos, pero es ignorado.


    Finalmente lo siente,
    Ubica eso que siempre había buscado,
    Pero ya no estaba en la cueva, estaba afuera.


    E chico se sienta sobre la arena mojada y pide ayuda para salir,
    El viento, la arena, las rocas, la luna y el sol lo escuchan y una luz aparece frente a él.
    Esa luz toma forma de mujer y le extiende una mano.


    ¿Tú eres esa luz que vi hace un rato? - pensé que tú eras eso que estaba buscando, pero ya no lo siento así.


    A eso la luz respondió:


    Lo que tu buscabas no era a mí, sino la experiencia que te llevaría a mí. No eres el mismo que hace un rato me buscaba, has aprendido, has crecido. Sigue buscando eso que andas buscando, estate seguro que nunca lo encontrarás, pero no dejes que eso te frustre porque lo encuentras, sin darte cuenta, en cada paso que das.


    ...


    Y aquel chico abrió los ojos sobre la arena ceca,
    Se sentía distinto,
    Todo estaba más brillante,
    El viento no pasaba por su cuerpo sin más,
    Este lo acariciaba,
    El agua no solo sonaba,
    Esta cantaba,
    La arena no solo estaba ahí,
    Él sentía su protección,
    El sol lo cuidaba del frío,
    La luna le alumbraba la noche.


    En un muelle cercano encontró un bote,
    Él corrió a él, lo encendió y zarpó,
    Esta vez sabía lo que buscaba,
    Sabía a donde iba,
    No sabía como iba a llegar,
    Por eso sabía que lo encontraría.
     
    #1

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