Busco un hogar.

Busco un hogar,
si alguien lo encuentra
que me diga la renta,
no tendré problema en pagar.

Busco un techo,
para mi cuerpo maltrecho
frío y desecho,
que está cansado de vagar.

Busco cobijo,
para mi alma desnuda
que con tanta magulladura,
aún no encuentra cortijo.

Tengo un agujero en el pecho,
y me falta sólo el lecho,
para poder sollozar.

Estoy sólo y ambriento,
como perro pulguiento
que no tiene collar.

Le falta un dueño
que lo amanse,
y le cure el mal trance
del miedo metido en los huesos.

Ando sólo tal vez por eso,
no tengo duro los huesos
para aguantar palos
en el espinazo,
ya mis fracasos
se encargaron de eso.

Pero escuche mi fiel amigo,
lo que mi corazón implora,
a mi reloj se le acaban las horas
y no encuentro un hogar...
sigo perdido.

 

profundo cierre, al final es ahí donde nos encontramos, grato leerle

 

Gracias Marian, creo que en el fondo, el hogar es un sentimiento de paz que llevamos dentro, y aún así la buscamos fuera.

 

si buscas un hogar estoy alquilando cuartos... jejejej... un gusto leerte, te dejo un fuerte abrazo.

 

Gracias Luis, a mi reloj se le acaban las horas, sigo perdido.

 

Jajajajaj, gracias Antorcha 2015, lo tendré en cuenta.

 

Una incesante búsqueda y el reloj que no detiene los latidos. Un placer dejar mis saludos.

 

Inspiradas letras de una poesía maravillosa.

 

Muchas gracias Joblam, el secundero se rompe, fluye como agua mansa entre la escarcha de mis dedos.

 

Gracias Jorge Lemoine, un placer compartirlo.