Búsqueda

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Aún me preguntó:

¿ Dónde estás?

-¿Y sabes?
Eso no me importa ya,
porque así mi espada y mi escudo
se desmoronen con los años,
porque la materia
se transforma con el tiempo;
hay algo que también lo hará
y es ese amor oculto de mi corazón
que aunque no tengo ninguna sin razón,
solo imaginarte e idealizarte como ninfa
del paisaje o damisela que me espera,
mientras mi armadura es para ti.
No tengo conocimiento, si me has leído,
tampoco si mi escudo has tocado,
o mi caballo has acariciado;
porque yo a usted mujer solo en sueños
la he llegado a besar, a acariciar y
le he podido declamar.

Estoy extasiado por amarte pero sigo oculto
hasta que tu no te vuelvas visible ante mi yelmo,
solo hazlo y no juguemos más,
el amor etéreo es bueno y en el cielo se da pero...
lo prefiero terrenal, real y sin utopía,
no que sea nada perenne ni onírico
solo te quiero a ti princesa,
por eso te pido...
¡ Sal de la irrealidad!
Ya no te escondas más y mírame,
no hago si no buscarte y lucharte,
ya sé que ésta época ser caballero
es llegar a matarme.
Pero ese es mi amor para ti,
romántico y a la antigua dime:
¿ Lo quieres?
si positiva es tu respuesta, ¡Ven dama!
si no lo es ¡ léeme y escucha mis latidos!
como sea ¡ Sal de dónde estés!
no te he visto, te idealizo,
y me hiciste enamorar del amor.

®Carlos Andrés®​

 

Una noble poesía convertida en canción.
Versos que irrumpen el deseo y la constancia del amor.

Saludos