Cabalgando sin Dios

“Cabalgando sin Dios”


De pronto se fue el invierno
el otoño y el verano,
regresó la primavera
y se seguirá de largo.


Van y vienen estaciones
pasan los meses del año,
y salir de esta pandemia
no se tiene para cuándo.


Mas siguen ahí los lirios
dando belleza a los lagos,
parece que oigo al Quijote...
¡Salgamos de nuevo Sancho!


Pero a dónde cabalgar
sin que se encuentre acechando,
ese enemigo invisible
que nos ha hecho tanto daño.


Vemos molinos de viento
nos superan en tamaño,
esta vez no atacaremos
porque estamos encerrados.


Teniendo fe y con valor
volveremos a abrazarnos,
la solución está en todos
no tan solo... en unos cuantos.


Ya llegó la primavera
habrá flores en los prados,
¡Cómo nos cambió la vida!
Pues quizá no las veamos.


Y por tal yo me pregunto
con el virus repuntando,
si cabalgamos ya solos...
¿Dios nos habrá abandonado?