Cadenas de madera.

Oh tranquila,
noche de gran
tamaño revuelta
con tu mirada,
se calcinan
mis besos
al besarte y
amanece la
tierra humedad
con tu mirada.

El eco de las
hojas verdes
descansa
en la boca de
tu espalda que
abarca grandes
magnitudes que
solo se descubren
al quererte.

Seré caminante
o alpinista de
una tierra como tú,
un banco de peces
en las aguas tibias
de tu cuerpo en las
que suelo naufragar.

Y encontrarte
en los corales,
en una jauría de
flores.
Ser la arena a
tu orilla y tú el
lexema en estos
versos.

 

Esas dos últimas frases son exquisitas...un gran gusto amigo!
Te abrazo con todo mi cariño...

 

Hermosas letras un placer pasar por ellas,un beso Sandra

 

Preciosos versos, muy bellos.

 

Muchas gracias por pasar, un abrazo con cariño desde Venezuela.