Cae el atardecer

Suenan las campanadas de la catedral,
Y el viento mece los últimos restos de las hojas,
La lluvia se puede percibir, palpar en la inmensidad del cielo,

Casi existente como esta inmensa soledad,
Cobijada bajo la sonrisa del que más da,
Aparente cinismo.... aparente fortaleza

Venida a menos ante grandioso espectáculo,
Me sentaré en esta vieja tumba a disfrutar el momento,
La joya en mi mano nacida en el nilo,

Cortada para el mismo Ramsés.... y en ella mi destino,
El destino que marcará la vida de muchos,
Para odiarme o para amarme...

Seré redentor o redimido,
¡Que importa si no sé el precio!
Y así estará mejor no saberlo,
Que se queme en mi mano el rubí cristalino,
Y de los mil rayos se esparzan....

La ventisca ahora amenaza huracán,
Y gotas de lluvia comenzarán a caer,
Deslizare mis manos a los bolsillos en busca de calor,

Lágrimas saladas y taciturnas caen en mis mejillas,
Por un momento que anhelo... ¿la muerte? tal vez...

He caminado mil vidas... entre muertos,
Muladares de gente que no hace más que vegetar,

Y heme aquí dispuesto a perder mi alma por ellos,
Heme aquí dispuesto a perdonar aunque sean solo desgraciados,
Mil años vertidos en esta joya en este cuerpo,
Y un alma mas vieja que eso....

Melancolía o depresión ya no se ni que es una ni otra,
Me da igual encontrarme entre muchos o entre nadie,
Soledades o caprichos, desventuras o imágenes,

No me importan.... no es valeroso matar a un león con escopeta,
Créanme o no la verdad nunca se oculta por tanto tiempo,
Y ese es mi destino.... para mal o para bien...

Descifra mis palabras si te atreves,
Dame la razón de tu existencia e intenta comprender la mía,
Que no son palabras dichas al azar,

Pero tampoco tan pensadas... solo son, lo que son,
Así que permítete entrare en mis dominios,
Sin perder la razón de saber mí nombre....

Signos en mis manos,
Signos en mis ojos de dirán lo indecible,
Mas nunca por ello lo in entendible,

Bajo el manto oscuro, bajo el cielo claro,
Bajo la mordida de la serpiente,
Bajo la caricia de una amante adorada,
O aun bajo el hechizo de la luna,

Ahí me encontrarás,
Ahí sentirás mi presencia,
Porque he nacido desde el firmamento,

Para este único momento....
Dilatar tus pupilas con mi sombra,
Y acelerar tu corazón con mis caricias,

Descúbreme si te atreves...
Venid quien sea yo los reto...

Lord Vélfragor

Lord Vélfragor

 

hola amigo, muy original tu poema, hablas de melancolia y depresion,un tema dificil deentender,me gusta como lo escribes,un fuerte abrazo