Caímos en la trampa

CAÍMOS EN LA TRAMPA
Por José Luis Mendoza
Hace pocos, muy pocos días, cuando en unas cuartetas tituladas LA EMBOSCADA DE MADURO advertí que se planeaba una emboscada y que “este falso presidente/ está en año electoral”/. (Así lo dije…).
Lamentablemente sucedió y caímos en la Asamblea Nacional aprobando por “unanimidad” un acuerdo panfletario en donde la culpa de todo la tiene la Exxon Mobil. Cuba y los demás países del Caricom no aparecen por ningún lado, sabiendo, como se sabe, que tienen todas sus manos metidas apoyando y asesorando a Guyana en este arrebato y provocación.
No nos quedó más remedio porque estamos entrampados y abstenernos iba a resultar muy grande el costo político. Pero debimos presionar más para lograr una mejor redacción y un lenguaje más culto.
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Sí SON paramilitares todos los colectivos armados en sus sedes naturales y en los complejos de la Misión Vivienda. Pero son PARAMILITARES VENEZOLANOS algunos doble y hasta triple cedulados. Si hay algunos colombianos, lo que no dudo, tienen cédula y pasaporte venezolanos. Lo triste, y uno no se lo explica, es el porqué Colombia ante tanto insulto y falsedad enmudece vergonzosamente permitiendo que en la población venezolana germine una gran fobia contra esta querida nación hermana y su gente.
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Algún día se sabrá que cada uno de los detenidos en estas llamadas “limpieza de malandros” tenía su respectivo carnet del PSUV y hasta de otros partidos conocidos como integrantes del Polo Patriótico.
¿Quién les dio las armas largas, de guerra, las granadas, los sistemas de comunicación y algunos vehículos? ¿Quién les creó y toleró las “zonas de paz” para que sus paramilitares cometieran toda clase de delitos incluyendo violaciones, homicidios, robos, hurtos y muchas otras fechorías?
Tenían costosas propiedades, muchos años viviendo en la zona como nacidos o residentes y vinculaciones políticas y gubernamentales con altos personeros.
Tiene muchas razones Maduro para decir que son paramilitares colombianos, porque admitir la realidad sería catastrófica sobre todo en este año electoral.
Esperemos una nueva cadena nacional de radio y televisión para que veamos y escuchemos que la derecha, la godarria y la oligarquía colombianas no salen ilesas.