Calaveras y Maíz.

Casi todos días de muertos,

es el son por esta región,

carcajada luego lamento,

color para cada estación.


Madre que inconsciente,

un blasfemo cristiano,

gestaste en tu vientre,

con arrullo y novenario.


El caído tan valiente,

así como fue egoísta,

pensó poder enriquecerse,

mas nunca en su madrecita.


Misa de cuerpo presente,

y lo mejor para el difunto,

en primero de noviembre,

un día tradicional de luto.


Mariachi música de viento,

y un corrido en su honor,

café para los deudos,

mezcal y resignación.


Cuantas carpas improvisadas,

cerrando las calles,

cuando calavera nos llama,

no le huye nadie.


El municipal cementerio,

tiene ya nueva ampliación,

solicita velador, sepulturero,

y el precio del lote aumento.


Cuidado antes de dar el paso,

si hay nombre con fecha inscrita,

cuando me toque habrá espacio,

para otro crucifijo y mi calaverita.


Reforestando cerros,

deforestando el país,

nos vamos haciendo menos,

entre las Calaveras y el Maíz.

 

Tradiciones festivas que engarzan la frescura y caminar de tus versos querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy