Calma.

En ese minuto mi cuerpo se calmo
Y por primera vez en mi vida sentí a mi alma tocar al cielo.

Ahí fue cuando supe que mi mayor inspiración se iría con él.
Qué el recuerdo opacó cada instante de mi presente.

El dolor de un adiós tan exquisito,
arde por mi corazón desquiciado.
Entendí que el hilo se rompió,
y que mi soledad me gano.

Entre sus brazos aprendí que un amor se lleva siempre en el corazón.
Un sentimiento entrelazado con el recuerdo de una felicidad totalmente pérdida.

Y a sí su mano solté.
Dejando volar a la más hermosa imagen que pude gozar.
Alejandome en cada paso que daba.
Mirando hacia atrás su cara se esfumaba, para toda la eternidad.
Para toda mi eternidad.