Calzados

Calzados

Luego de una ardua tarea de estudio de mercado hemos concluido, tal como era de prever, que la gente tiene, usa y vive de acuerdo a como calza. Podríamos afirmar, modificando , dime como calzas y te diré quien eres.

Hemos concluido que un 5% de los consultados usa nuestras y otras marcas similares de la competencia, tanto nuestras como las nativas de este país, aportando el 80% al movimiento del mercado. Otro 40% usa calzado convencional aportando un 15% de movimiento al parque. El resto no es de interés para este estudio.

De acuerdo a los resultados hemos concluido en esta, creemos provechosa, división en vistas a la futura y reorganización económica, social y política del país, en la cual confiamos se vuelva a imponer como manda la naturaleza y las leyes de Darwin.

Hemos tratado de simplificar las respuestas a fin de que este trabajo, querido auditorio, sea lo más relajado posible.

La pregunta base fue: ¿Qué es el mundo?


Clase Zapatilla desflecada: El mundo es una gran patineta. Que sube y baja. Cuando se está en la cima. Uno puede ver un horizonte y si salta un poco más hasta puede ver el sol.

Clase Zapatilla de baile: El mundo es una melodía rosa al son de Tchaikovsky. La gente es buena. Nosotras somos algo envidiosas de la primera bailarina, tenemos un irredento amor por el arte, y creemos que un día, él, nos arrojará un ramo de rosas al escenario y nos llevará a su planeta.

Clase alpargata de soga: No sé que es el mundo. Yo sólo sé de mi tierra, mi pueblo, los caballos del patrón, el hornero, la verdad, el viento acariciando esa celeste y blanca.

Clase alpargata de goma: El mundo es, viste, que te puedo contar, París, Berveli Hills, Palma de Mallorca, el Country, ah claro la estatua de la libertad.

Clase borceguí. El mundo es hostil y está en peligro. Pero nosotros estamos aquí para rescatarlo, podemos llevar banderas al espacio, salvar pueblos de la opresión de los bárbaros o denunciar a nuestro compañero de pieza.

Clase usuta: caminaremos esta tierra en busca del hermano de esta tierra, nos pondremos al frente de sus reivindicaciones, que son, como es de saber, la que nosotros le decimos, porque este pobre pueblo ignorante, ha perdido sus raíces y nosotros se la rescataremos.

Clase pantufla manchada de mate cocido: El mundo es esta hermosa casa, desde el jardín, esas hermosas estatuas, estas rejas negras y disculpe, pero estoy esperando la visita de mi nieto.

Clase taco alto: En mundo es este chicle a medio mascar. Podemos hacer del mundo lo que vos quieras, hacer realidad tus fantasías, según lo que tengas en el bolsillo,

Clase chatitas: El mundo es como cuenta la novela y esperamos a que vuelva Martin Eusebio Gimenez Pardo de la Fuente de las plantaciones y se lo dirá.

Clase escarpín: El mundo es grande como los ojos que te miran. Sabemos lo que queremos aunque no sabemos de que hablan, el mundo no tiene límites, el amor tampoco, pero traigan pronto otra mamadera.

Clase Hush Pupis: El mundo es la mierda que los hombres hacen de él, como dice mamí, menos los domingos entre las 4 y las 7 de la tarde, que viene papito y nos lleva a Mc Donalds.

Clase Nike Feraldi: El mundo es futbol, pizza y cerveza. Y vos flaco, donde vas, dame lo que tengas, que te reviento los sesos.

Clase bota media caña: El mundo es el desierto y la ciudad son un sonido a Zuzuki, que hemos elejido en lugar de zainos y mancarrones. Pero ahora disculpame flaquita, tengo verde y tengo que entregar este paquete.

Clase Adidas: El mundo sucede cada cuatro años, dura 21 días. Comienza con un rayo láser que envía Zeus, y enciende la llama.

Clase Puma: El mundo es. El mundo es. Viste el recital de... che gordo donde estuvimos anoche. Che Men, tenés plata aunque sea para la jeringa.

Clase Grimoldi: El mundo debe ser lindo, creo que si mi mamá se hubiera levantado temprano y me hubiera vacunado, podría correr sin estos zapatones y estas muletas.

Clase zapato blanco: El mundo es un relato de Borges, una poesía de Witman, un equívoco de Shakespeare, si quiere joven le recito la Sonatina. ¿No?. Yo tuve una novia en el 40 igual, aunque ahora le deben de llamar Penélope, no la de Ulises, la otra.

Clase hojota de goma: El mundo. De que mundo me habla. Antes mi abuela podía llenar la heladera, ahora yo con estos crios de mierda y con el turro del padre que se junto con otra, no puedo comprarme ni bombachas... Si yo, yo tengo el número 7 pa' la ostetra.

Clase taco medio: El mundo era antes. Todo tiempo pasado fue mejor, sino que lo diga el finado, que le traigo calas, para que se acuerde de cómo me casé con él, que en paz descanse y que no lo largue, a ver si empezamos a discutir otra vez de que hizo con la pulsera de oro el desgraciado.

Clase boyero: Al mundo hay que educarlo. No como hacen las maestras de ahora, que te mandan a llamar por cada moretón que tiene tu hijo. Y no me hagas enojar, pendeja irrespetuosa, con tu mirada de sicóloga, que me saco la zapatilla y vas a ver lo que es bueno.

Clase abotinado y lustrado: El mundo, mi querida encuestadora, es como bien dicen las encuestas, las leyes, los decretos, nuestra dieta, nuestros gastos reservados. Y perdoname pero tengo reunión de comisión, a ver si me dejan afuera de la cometa.

Clase mocasín de suela: El mundo es, como te podría decir compañera, un manifiesto de Mayo, un libro del Che, pero también una oración de Francisco, una esperanza de Calcuta. Una canción de Violeta cantada por Joan. Un amor de Salvador y Gala, una pelea de Pablo y Paloma, los celos de Julian y Sean. ¿Me explico?

Clase sandalia: Conducimos este rebaño y si es posible en limusinas blindadas, cumpliendo las profecías del Opus Dei, Billy Graham y Marahashi.

Clase nadanada: mientras ustedes discuten y me preguntan, yo espero caminar hacia ustedes a ver si alcanzo ese plato de arroz.