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Camaleón

Tema en 'Relatos extensos (novelas...)' comenzado por immortuoss, 12 de Agosto de 2022. Respuestas: 1 | Visitas: 346

  1. immortuoss

    immortuoss Poeta recién llegado

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    5 de Junio de 2022
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    Mujer
    ¿Cuál es el precio a pagar de una persona que vive enamorada de la muerte?

    Se de mi penitencia, nacer como un niño de baja cuna, uno entre cienes, vestido de carne y hueso. En el primer respiro, me abrace a la parca como un somnífero capaz de silenciar el llanto, enamorándome de una guadaña manchada de sangre, confundiendola con un sonajero.

    Naci para ser invisible, con los genes de un camaleón. Se cambiar de color y parece que nadie me ve, o nadie quiere verme. Al principio pensé que era un problema, algo triste, hasta que me di cuenta de mi superpoder. El de vivir sin ser mirado, ni escuchado, por qué tan solo, nadie quiere hacerlo.

    Puede que creciera muy deprisa y ese fuese el problema, de un momento a otro, pase de pelarme las rodillas a astillarme el corazón, hasta que se volvió madera. No había nadie para ponerme tiritas, así que me las ponía yo, en donde quisiera. ¡Un chollo!, tampoco es que alguien se diese cuenta.

    Quizás por eso, a día de hoy, no dejo que nadie este cerca de mi cuándo me pongo un parche, ni tampoco dejo que me lo peguen otras personas. Al final, si no aprieto yo, la tirita se cae y deriva en más heridas. Infecciones o vete tú a saber, tampoco se de medicina.

    Me gusta correr, de tanto correr me he pisado los talones a mi mismo persiguiendo liebres invisibles y quebradizas, a veces, he corrido de mi mismo. Aunque eso no lo recomiendo, siempre te terminas encontrando.

    Soy un negado para pedir ayuda, muchas veces me lo he debido, pero siempre acabo rechazandolo, al fin y al cabo no estoy tan mal. Solo me caigo a trozos, pero hay gente peor.

    Supongo que lo que no me gusta es gritar auxilio a otros, nunca he sabido cómo hacerlo. Aunque eso es un arma de un único sentido, por qué el unico que se hace daño soy yo, abrazándome a mi mismo como si pudiese calmarme. Aunque me odie.

    Muchas veces me han dicho, los pocos que me pueden ver, aunque no del todo, que busque ayuda. Dicen que un doctor del corazón podría curarme, aunque, yo sé que no sabría ni sentarme rígido en la silla por qué lo que siento se me desborda y nunca nada sale por mi boca. Se me queda encasquillado en el corazón.

    No te voy a mentir, me gustaría que esto lo leeyese alguien, así aunque no me pudiese ver, me sentiría. Por qué esto de ser un camaleón es muy triste, las escamas lloran y no puedo mudar la piel.

    Seguro que lo que necesito es un abrazo, pero soy un negado para lo que es el amor. Es un plato que no puedo degustar por qué se me clava en el paladar y no puedo tragar. Por qué mi cabeza está pensando en que no me merezco eso.

    Se que es mi penitencia, al enamorarme de lo fúnebre, al no encontrar color en una vida de matices, pero soy un enfermo terminal y crónicamente solo veo negro. No lo entiendo.

    Tampoco se lo que siento, mi padre me enseñó desde pequeño a no sentirlo, al estar solo y guardalo dentro de un baúl de emociones, en donde todo se confunde y se mezcla, hasta que lo confundo. La única vez que lo manifesté, fue una blasfemia para el, me grito que era débil y desde entonces me escondo en una coraza de hierro, llena de sensibilidad que escondo hacia el resto.

    Ahora mismo, mientras escribo, tan solo siento vacio, un vacío tan triste y lleno de dolor que se confunde con un abismo. Es lo que tiene ser invisible, mientras tu lloras, el resto está durmiendo. Mientras tú quieres un abrazo, el mundo duerme en manos de otros, que se juran amor eterno.

    No hablo del romántico, hace tiempo que perdí el gusto al romanticismo y dónde regalan amor, yo veo veneno. Hablo de un apoyo, pero no voy a mentirme, tampoco funcionaria, por qué cuando me siento mal, me caigo muerto y no quiero agarrarme a nadie, por qué no encuentro consuelo de tanta pena que siento.

    Tampoco creo que nadie leea esto. Pero creo que también me he vuelto invisible para mí, hace tiempo que no me siento, que no busco quererme. Y a veces, cuándo me miró al espejo, solo veo una persona fragmentada que no conozco.

    No quiero molestar, desde hace ya mucho tiempo, busco el consuelo en los funerales y paso manecillas perdidas, pensando en la mejor manera de terminar este tormento.

    Quizás ese es mi precio a pagar, y lo llevo a plazos. Se que estoy mal, pero ese es mi cuota por haber nacido muerto.
     
    #1
    Última modificación: 12 de Agosto de 2022
    A Maramin, dragon_ecu y Alizée les gusta esto.
  2. Maramin

    Maramin Moderador Global Miembro del Equipo Moderador Global Corrector/a

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    Pues lo que se dice invisible no eres ya que has sido capaz de mostratrte tal cual eres en este relato que nos ofreces.

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    #2

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