Caminando la vida.

Amo tu carne
triste y vieja
de animal malherido.

Siempre una herida
abriéndose camino
en la incertidumbre de un futuro.

No te engaño
ni me engaño,
solo me miento
con la verdad incierta.

Estamos de paso
y aún no te has dado ni cuenta.

Tienes una personalidad cabrona
hija del centauro.

Los rayos brillan tus ojos
como estrellas,
queman solo mirarlos,
faltandome humanidad
ausencia de su instinto.

Moriré como siempre vine
...desnudo.

 

Y yo creía que la vida nos encaminaba

Grato leerte

Besos