Caminando por las sombras del olvido

¿Qué es la noche? El sueño eterno,
sombras olvidadas y del olvido.
Alli camino yo, incubrido
por el frio y dolor del invierno.

Camino solo y sin nadie al lado,
palpo sombras, como olvidadas
salen a mi encuentro desesperadas,
luz y calor las deshacen heladas.

Camina aquel bosque en su quietud extrema,
tatua su esbelta sombra al desesperado suelo
en donde las aves descansan tras el vuelo
en donde retoman aire con su verdad serena.

¿Qué es más mentira, la vida o mi vida?
¿Qué camino me espera sin la salida?

Y caminando por las sombras de mi olvido
cae la luna sobre el tiempo malherido.

Se abren las tinieblas y se parte mi corazón,
mas no hallo sino sino penumbras de razón.

Se crea el tiempo para solo hallar
ningun recuerdo con el que llegar

al fin de toda era con precisión
y acabando con toda civilización.

Prematuro, caigo al suelo rendido,
olvidando, ya pasados todos los años vividos.

Caminando por las sombras de mi olvido,
no existe el miedo, no hay seres queridos.

No lloraré por ella, no corazón,
el dolor me sume en esta traición.

Caerá la luz, y llorará el tiempo,
y lloverá azul, y gemirá el viento.

Y aún camino solo y malherido,
aún camino solo por estas sombras de olvido.

Se marchó el tiempo del camino,
se marchó para dejar su olvido.

Tormentas de palabras cruzan mi cabeza,
y la muerte ante mí se muestra con presteza.

Me agarra, aferra, y yo sollozo,
y ella consuelome como a joven mozo,

diceme que es el final del recorrido,
parados entre las sombras del olvido.

Y miro atrás, veo que no hay retorno,
ya de mis manos no veo el contorno.

Muero, y me tumba, ahí estoy cohibido,
enterrado, allí, entre las sombras del olvido.

Pasa el tiempo, y yo sigo vivo,
caminando por las sombras del olvido.

 

Más que eso, es el viaje de el alma olvidada tras la muerte para llevarla al mas allá (pero cuando lo escribí, en efecto, estaba bastante triste)