cañamo obligado

Y el cráneo otra vez partiéndose de a poco,
Como un cafeto al rayo del sol de verano,
De nuevo esa relación sin posibilidades,
Otra vez invirtiendo en esos profetas mudos.
Y esos humos pesados que entran en mí,
Descolocan las membranas interiores,
Y hacen que mis ojos maltratados no te quieran ver,
Y de nuevo esa danza alrededor de una risueña fogata.
Como siempre con las amistades quedándonos ciegos,
Viajando a través del tiempo contado en milésimas,
Atravesando los días, las horas, la vida,
Buscando en la locura alguna que otra verdad.
Uniendo casi por completo nuestra visión colectiva,
De ver a un mundo desde abajo, de ver a gente sin trabajo,
De comer cantidades para arreglar la caída,
y ver como improvisando sembramos semillas.
Esto quizás no sea una verdad para el resto,
Pero en estas andanzas que son nuestra realidad,
Buscando solo ese placer temporal de andar sin sentidos,
Creamos un submundo de papel y así andamos.
Y aprendemos así a falsear la felicidad,
A pensar que esa es la única manera de largar una sonrisa,
A imaginar que somos en el mundo letras con comillas,
A ver que el que nos tendría q ayudar hoy nos pisa.
Y al sentir siempre esa rara marginalidad de hoy,
A ver que sin nuestras ojeras vemos cada vez peor,
Y otra vez buscamos esa poca de desconexión,
Para no ser otro chico mas al que le duele el corazón.
Y mis verdades se cruzan con tus mentiras,
Y mis sentidos de nuevo conmigo me dejan callarte,
Y lo que estaba por la mitad hoy lo veo completo,
Y desde hoy en adelante me es difícil amarte.
Pero en la dependencia mental me encuentro,
Y en tu interior guardo a mí ser cada vez que te veo,
Y le encargo a tu fuego que no me maltrate tanto,
Y a tus efectos paralizándome siempre les creo.
Y cuando en la mente me escribís tu esencia,
Yo disfruto de a poco tu corta estadía,
Pensando que tal vez seas mi creencia,
Asimilando quizás un poco mi agonía.
Ver que los rayos del cielo dejan de apuntarme,
Ver que quizás mi dios se olvido de llamarme,
Sabiendo que no soy mas ese héroe en la tierra de cuentos,
Viendo que tal vez mi vida termine en un sueño.
Y es otra vez ese momento recurrente, casi un habito,
Que me lo impuso un desesperado medico,
Recomendando placeres para olvidar lo que tengo,
Para quizas obviar un poco mi enfermo presente..
Y a esa diosa hoy le encomendamos el alma,
Soñando tal vez que hoy sea ese dia apagado,
En el que tu mente y tu cuerpo esten arreglados,
Aunque quiza tu amistad ya no se encuentre a mi lado.

Demian A. W., a una amistad enferma.