Cantes

Cuando era un joven lustroso
se cogía el mejor fruto,
ahora que ya es sólo un hueso
ni por él se ponen luto.

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La oscuridad se cortaba
con su densidad siniestra,
y fuera porque la niña
se nos vestía de muerta.

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Me dicen que uno de paso...
de paso por el camino,
iba sin una carreta,
pobre como su destino.

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lerelelá lerelelá
nació cantando pa tras.

 

Muy hermosos los cantes, aunque un poco fúnebres. Un gusto leerlo.

 

Todos menos la jarcha, que es un poco de locura.

Un placer tenerte en mis humildes letras Luciana, me alegra que te gusten.

Saludos.