Canto a las calles del centro

Son multicolores los que visten estas céntricas calles de día,
Uniforman la vida en el transcurso del sol, miles de pies azotan el calido concreto del que están echas, su vendimia da candorosa vida y alegría,
A esta cuidad tan olvidada por nosotros.

Entre ellas se entremete nuestro espíritu solitario vagante y errabundo
Chocando con la gente que ha cambiado un instante de su rutina por esta algarabía, se encuentra el amor encima de una mujer que trabaja a gran velocidad redituable, se encuentra aquel artificio que nuestros ocios contemplan,
Se encuentra un mundo extraño en las entrañas citadinas.

Su vida sobrepoblada decae cuando el sol agota sus rayos en un ultimo suspiro,
Esas calles quedan solitarias y vacías solo con el eco que entre sus armaduras queda, caminar entre estos despojos sentir ese escalofrió que da la soledad y la nada es imprescindible para cualquier alma que gusta de vagar.

Noches que en las esquinas se ven las jaurías de hambrientos perros roer lo que la jornada ha dejado a la orilla de la banqueta, que se siente las sombras entre las armaduras de metal dando alimento a nuestra imaginación.
En definitiva una ciudad dentro de otra,
Y en la mañana vuelve el sol a dar su calor y a traer a nueva gente que se escapa por instantes de su mundo para venir a este el mío.