Capaz.

Y se valorar la misericordia en lo que vale,

y el dolor que se pierde en una orilla de la respiración…


y las calles al calor de esa hoguera de las gaviotas,

y los caballos que galopan por esas cabelleras del amor;

el barco que recrea sus propios huesos para ser CAPAZ.


Y los monos de la otra orilla que tienden la mano,

y los jardines etéreos del camino correcto,

y esos atardeceres violetas que regresan a las escuelas,

y los caballos que rebuscan en el corazón y en el trueno.

 

La misericordia enorme valor que nos humaniza, que nos dota de la sensibilidad tan necesaria para una armónica y feliz existencia. Que nos permite ver con el corazón y sentir nuestro el dolor ajeno. Maravilloso poema que me llega profundamente en estos tiempos donde la barbarie rueda por las calles. Amigo Tribu estoy pasando momentos difíciles, esa es la razón por la que no te he visitado mucho últimamente. En cuanto pueda me pongo al día leyendo tus excelentes obras. Un gran abrazo con miles de sonrisas.

 

Estoy de acuerdo contigo en esas impresiones sobre la misericordia, muchas gracias por tu compañía a estas letras querida amiga Laly. Espero y deseo fervientemente que pasen esas dificultades y te vaya todo bien. Un abrazo amiga.

 

Muchas gracias querido Maestro Luzyabsenta, siempre un honor y un placer saludarle con el deseo de que tengas un estupendo fin de semana.