Capricho de Dios

Un capricho de Dios el que no estés conmigo,
O quizás azares del destino,
Te extraño tanto como un desierto al río.

Alejarme de ti no puedo,
Pues eres la estrella que alumbro mi destino,
Añoro tu dulce cuerpo junto al mió.

Pero este lóbrego camino,
Te aleja cada vez del mió,
Senderos distintos hemos de seguir.

Con amores y odios, que olvidaremos
O perpetuaremos, a pesar de todo
Yo te seguiré queriendo.

Con la incoherencia de lo eterno,
Nos olvidaremos y nos inmortalizaremos,
Cuando al ocaso mencionemos nuestros recuerdos.

Entonces sabremos lo que nos amamos
Sollozaremos pero juntos ya no estaremos
Cansados indagaremos en el cielo.

Y al final entenderemos que un amor así
Jamás lo reviviremos.

 

Un poema triste Azulya, en efecto tu obra imprime esa tristeza que sientes, ánimo, el tiempor todo lo cura.

Jaime