Caprichosa y cruel

¡Tú, templado metal! ¡cortante filo!
Afilada cuchilla que destrozas,
con fiereza surgida de las pozas
que supuran envidias y deshilo...

¡Tú, negrura sin sueños...!¡espirilo!
Tan infame señora, que sollozas
el mediocre talento de quien gozas;
¡onerosa maestra del mutilo!

No confundan talento con fervores,
ni sotierren sus faltas de agudeza,
los que gocen ufanos, tus favores.

Suerte, diosa pagana que bosteza,
ante pobres clamando los calores
de tus manos...¡ingrata livianeza!

 

voluntad nos falta, ganas de hacer todo y levantarnos a veces, a veces la esperanza no es todopoderosa, abrazos

 

Amiga, no hablo de la esperanza. Hablo de suerte. Hay quien hace de todo durante toda su vida y no la encuentra y hay quien con la ley del mínimo esfuerzo, la encuentra. Luego están los inútiles que solo tienen eso, suerte. La esperanza dicen que es lo último que se pierde. No hablo de mí, sería injusto quejarme, al contrario, en lo importante, la tengo y mucha. Pero miro a mi alrededor y no paro de verlo. (Tuve un compañero de trabajo que lo tenia todo en la vida. Hace dos meses fui a Sevilla y le vi... No quieras saber cómo. Me contó como le fue desde que no le veo. Entonces fue cuando nacieron estas letras.) Un abrazo y muchas gracias por tu visita.

 

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