Captar la asombrosa magia de lo cotidiano

Captar la asombrosa magia de lo cotidiano
de los momentos supuestamente intrascendentes
de nuestro día a día, sensaciones tan obvias
como nuestro mecánico respirar
tan vital para el soporte de nuestro cuerpo.

Esa magia cotidiana que nos acompaña en nuestras vidas,
en continuos momentos ordinarios
a los cuales por acostumbrados no hacemos caso,
están llenos de claridad y transparencia
y es el soporte de la esencia del ser humano.

No somos conscientes de lo que somos,
transitamos sobre una frágil patina
de perversa y maravillosa porvisionalidad,
porque no solo sabemos que podemos morir en cualquier momento
sino que establecemos una línea
de supuesta esperanza de vida
y marchamos acelerados hacia ella
perdidos en estériles y vacías luchas.

No nos detenemos en el asombro,
en el hermoso flujo y reflujo de lo intrascendente
en el fulgor del sentir de la vida,
simplemente como es y valorarla,
ni llenamos el morral de viajero de íntimas sensaciones
para que nos acompañen hasta nuestro Finisterre.