Capullo.

¿ Cuánto cuestas ?
¿ Cuánto vales ?
¿ Mucha precisión ?
¿ Buena puntería ?


Como las sacerdotisas vestales.


Y sé que apuntas más alto.
Pero el respeto, no te falto.
Apenas he esbozado una sonrisa.
Como la de la Mona Lisa.





Puedes prescindir de mí, en cualquier momento.


Puedes hacerlo. Eres libre y tienes Derecho a la intimidad.
No quiero darte un escarmiento.
Ni ser, para ti, una pesadilla.
Ya sabes que me dedico a vencer el aburrimiento.


El tedio, el hastío, el plomo, el sopor.


Yo soy el mejor.
Pero depende de con quién me compare.
Siempre digo: ¡ Arriba las manos, o disparo !
Luego, todos creen que soy un bicho raro.


Pero es mi legítima defensa. Es por orgullo. Supongo que no soy una flor, sino un capullo.

 

Siempre originales tus textos amigo Nommo, es un placer leer, enhorabuena. Saludos, que vaya todo muy bien.

 

Gracias, Tribu Zen.
Mi Sabiduría también se agota.
Pero he de compartirla, hasta el final.
Es mi deber. Porque el Derecho es a la libertad de expresión.
Y a la intimidad. Y desde el centro de mi ser, me gobierno, y me domino.
Y puedo optar. Y el destino es opción, no tanto, azar.
Y si quieres aprender, enseña. Como decía Cicerón.
Comparto mi Sabiduría, para aprender, yo.

 

Todos somos únicos, independientemente de la mirada ajena.
Y sí, una sonrisa es la que abre todas las puertas.
Me gustó mucho.
Saludos

 

Gracias, Cecy. Yo creía que la desnudez abría muchas puertas. Pero ahora, sí me estoy vistiendo. Comprendo que tengo centro, y periferia. Necesito controlar mis propios impulsos.