Caricia que ha de rendirnos

Soy almohada que ha de soñarme
en noche compartida sin equipaje,
acurrucado el suspiro de un recuerdo
tocando a las puertas del presente
en cada pliegue acariciando tu rostro.

Arropado el verso en tus párpados
la poesía descansa entre dos vidas
que han de ser almas noctámbulas
saciando la sed de la piel caricias.

No cesa el torbellino de luces opacas,
tal vez el murmullo de un tango
aplacando las tormentas de tus ojos,
preguntas sin término de silencios,
fábula en ti de miel profunda un beso.

Soy la presencia ignota en tu espacio
que ha de rescatar sílabas esperando
los amaneceres con tu sol palpitante,
serenidad del paraíso sobre patines
un ritmo hace el detalle entusiasta
de tu esencia el viento abrigándome.

Sin miedos ahora la libertad es vivir
cabalgando juntos cada existencia
abrir el broche de una noche eterna,
y de mi cuerpo almohada nacerá
la caricia que ha de rendirnos ahora
en entrega perpetua de nosotros.

*Flor del hielo