Carnaval nocturno

CARNAVAL NOCTURNO



Caen como un prodigio de luz, innumerables,

nocturnos acróbatas del plenilunio,

caen sobre las jorobas epidérmicas de los corales sin sangre,

se deslizan por la plata lunar evanescente y saturnal

con la ansiedad de quien puede perder el último tranvía.



Tratan de llegar al acto final del drama del que huyen

para abrazar desde una ventana abierta al agónico protagonista

y recrearse con él en la luz esquizoide una lámpara de keroseno.

Son vómito de espectros, indigentes del principio luminoso del big-bang,

polvo estelar guardado cuidadosamente y ahora liberado.



Las constelaciones más lejanas frotan sus élitros de estrellas

y alejan con su ruido la presencia de los leones hambrientos,

un ermitaño en éxtasis ora pro nobis y defeca sus raíces.

Paisaje que pretende la apoteosis de ser desierto sobre el mar,

conjunción sacra de los pequeños cuchillos de nácar

y las alas en sincronía de las bandadas de cormoranes moñudos.



Ese mundo liminar que acoge a los que van a ser ofrenda y rito,

potencia y acto, sueño y razón en los vahídos de las enamoradas.

Llueven las fragantes notas de los pianos mecánicos

y cubren con ellas los pinos mediterráneos aromosos, verdinegros,

que las pasean arrogantes sobre los procelosos acantilados,

muchos mueren de placer, otros alcanzan al barco de ninguna parte.



Es la terrible ingeniería de los juguetes deshechos,

las voces que reclaman silencio para que puedan dormir en paz.

No hace mucho las sirenas entonaban aleluyas y motetes con ritornello,

presenciaban enmascaradas las encubiertas tragedias venecianas

y los rayos lunares se afinaban para el descenso de ellos,

quienes como un prodigio de luz, interminables,

nocturnos acróbatas del plenilunio...

 

Hola, Desiré: La verdad es que me ha desconcertado algo tu comentario, su texto y su presentación en grandes mayúsculas; ciertamente no he encontrado su relación con mi poema... salvo su común condición de surreal. En todo caso me ha gustado mucho, es rompedor, adjetivo que de ser aplicable a tu comentario, me reconfortaría mucho. Romper moldes, como hacen los pequeños dinosaurios cuando nacen, o buscar con curiosidad sana aspectos nuevos en la expresión, son síntomas de vitalidad. Muchas gracias por tu visita, Desi. Saludos,
miguel

 

CecyB, mi estimada compañera, :
Naturalmente que leo tus comentarios, aunque dado mi carácter un poco desordenado y confuso, es posible que alguno de ellos haya quedado sin contestar. Te pido sinceras disculpas si ha sido así. Comparto contigo tu percepción de Venecia; visitar su carnaval es una de mis grandes carencias, aunque bien creo que con las mistificaciones que impone el mundo moderno, con su turismo desaforado, pienso que no representa ya ese alma, esa estética que este Carnaval, junto a muchos de los que se han masificado, lo que representaba hace años. Pero aún así es un icono del "carnavalismo" (no "canibalismo") contemporáneo. Conozco algo Venecia y desde luego, en algunos momentos, en algunas horas del atardecer, en ciertos rincones poco frecuentados puedes ver casi físicamente las máscaras que te rodean, las músicas que florecen tras los balcones iluminados. La imaginación suple aquí, con ventaja, al propio Carnaval. Me alegro que te haya gustado mi ensoñación veneciana. Y desde luego, trataré de que no se apague la inspiración, aunque para ello seguiré necesitando comentarios como los tuyos. Un cordialísimo saludo,
miguel

 

Bello poema que atrae pensamientos, mezclarse en tus lineas
es recorrer con la mascara las formas que, apreciadas,
te envuelven. encontrarse con ellas en los "sotoportegos"
es descifrar la arena brillante de la vida. la iluminacion de
su martes una noche maxima y suspendida. excelente.
saludos de luzyabsenta

 

Hola, Marianne; pues, ya ves: escenas así pueden describirse y hasta gustar cómo se describen. Y sin ir más lejos, aquí, en nuestro foro querido. Muchas gracias por tu visita. Un abrazo y muy feliz nueva semana.
miguel

 

Muchas gracias, mi querido compañero Carlos. Me gusta -siempre me gustan tus comentarios- cómo has enfocado este: desde el recuerdo imaginado de un paseo bajo los "sotoporteghi" al igual que hiciera el protagonista en una memorable escena de "Muerte en Venecia". Una ciudad en la que la máscara se hace esencia y que envuelve al visitante con su magnífica tela de araña de vidrio veneciano, naturalmente. Un cordial saludo, querido amigo.
miguel

 

Vuelvo a leer esta bella fantasia, en realidad los recuerdos anudados
a ese carnaval donde las memorables formas de las velas eran
como un reflejo de bisturi que cortaba las aguas. agradezco tu
respuesta. saludos de luzyabsenta