Carta a la soledad

Soledad, o pequeña vieja compañera
Hoy te escribo para contarte una verdad
se que fue duro dejarte, por que se
que tu nunca te apartaste,
pero tuve que continuar.

continué en busca de un plan
fui encontrando princevidas,
y señoras de mis bosques,
fui dejando musas y encontrando mi verdad

muchas pensé que volverían, otras quedaron
en rosas marchitas de amor, pero este encuentro
no es para contarte de mis fracasos,
es para contarte que quizás este empezando a amar

por que eh encontrado a alguien mas,
alguien que no es princevida, ni la señora de mis bosques.

es alguien mas que mi musa, alguien con la cual
no necesite un plan para encontrarla y amarla
alguien a la cual no tuve que mostrarle mi verdad
pues ella sabe que cada quien vive de su verdad

es alguien que apareció de la nada
como de la nada salen estos versos,
alguien que en su mirada deja amor puro y destellos,
como si se tratara del ser del velo rojo,

pero resulta que no se oculta detrás de un velo,
com si fuera una corazón coraza como en los versos de Benedetti si no que se mueve como mariposa de sueño
que Neruda pinta en su decimoquinto texto

eh pensado que tal vez sea un sueño,
se lo eh dicho en varios versos,
pero mientras la pienso, mas real parecen sus besos
y mas real quiero que sean

como cuando me abraza entre sus brazos
y me acaricia entre su voz
voz que creo es de un sueño
o quizás de una oda a la alegría

se que estarás impresionada pequeña amiga
por que se que siempre fui un buscador
Buscador de amor, buscador de sentimientos
listos para plasmar en unas líneas

pero debes creerme cuando te digo
que de ahora en adelante
serán de ellas mis líneas
y no del viento que las perdía

Con esto me despido mi vieja compañera
dándote gracias por no dejarme,
pero creo que hasta aquí termina nuestro camino,
empiedo un nuevo camino y es con ella,
con la que es, con la que será,
con la que aunque no quiera me a hecho ser,
me a hecho dejar de ser, lo que fuiste y lo que ya no eres, mi felicidad.