Carta a mi hija.

Tus ojos fueron míos
antes de que nacieras ,
yo los vi, hija mía,
antes que tu Santoña,
tus ojos mi alegría,
en otra tierra soñé contigo
y fuiste a nacer en la mía,
entre acantilados de vértigo,
hierba verde y lluvia fina,
te puse de nombre Jana,
ninfa del agua,
gustabas comer flores
y despertar a las gallinas
mientras tu abuelo ordeñaba
y las vacas mugían,
te enseñé a volar…
y vuelas cada mañana,
perdóname si te hice tan irreal
que te sea difícil encajar
en este mundo mezquino,
yo te hice como mi niño,
no supe amarte de otra manera,
volaste hacia Lucia y Paula,
dos ternuras ,dos bellezas,
sigue volando Jana, vuela …

Te quiero más de lo que suponer puedas.