Carta a un Mal Amigo

¡Vos!, que despreciasteis mi amistad.
¡Vos!, que carecíais de honestidad.
¡Vos!, que no tuvisteis valor suficiente,
para enfrentaros a vuestros verdaderos enemigos.
¡Vos!, que perdisteis la razón y convertisteis en demente,
ya que en vez de asestar la puñalada al hostil,
os volvisteis, sin demora alguna, y realizasteis un acto que no os hizo sino vil,
pues se la propinasteis a vuestros amigos.

Lanzasteis el puñal ensangrentado,
para limpiaros las manos,
mas lo que no sabíais,
era que las manchas de dicha sangre nunca se borrarían
y por mucho que os arrepintiéreis pensado que nublado estabais,
vos sabíais que vuestros compañeros, que fieles en su empeño fueron,

jamás retornarían.

 

no se si me referiría yo en este caso a un amigo o un desconocido, un poema sentido y quizá aleccionador, grato leerte , bienvenido