Carta al solitario

Solitario:

“El cuerpo es la celda y el alma el solitario que lo habita” dijo San Francisco de Asís. Tanta verdad en una sola frase, tanta lógica en unas cuantas palabras… mi celda es tan fría… y yo doy vueltas y vueltas en ella, no hallo razones, ideas, sentimientos, sensaciones, es como si estuviese muerta… observo a través de las rejas y me deprime lo que veo… dolor, rabia, envidia, miedo y no me atrevo a salir. Otras veces, muchas madres sin corazón me privan del aire, cuando quiero volar me cortan las alas, y yo pierdo sentido. Existen tantas celdas las cuales yo observo y deseo que cada solitario encuentre en mi contentamiento, que sus almas me anhelen, que se sientan felices de tenerme. Me da miedo experimentar lo que yo doy, pero el hecho de saber que soy yo, quien por medio de los cielos doy el movimiento, hace que mis temores desaparezcan.

A veces pienso cerca de la sala de un hospital, si será lo correcto, darle mi hálito a una celda, si lo que voy a hacer vale la pena, si me querrán o simplemente seré su tormento y que por ultimo terminarán conmigo antes de tiempo. Cuando llega el momento me acerco y doy el beso, y al ver que las ventanas se abren y dejan traspasar la luz, en mi interior siento alegría y a la vez tristeza, porque no se, en que me convertirán, si sabrán valorarme o no, si bendecirán aquel beso o por el contrario lo maldecirán.

Muchas veces me siento en la calle, en alguna banca de un parque, en la fuente de la plazoleta principal, cruzo mis piernas y simplemente miro… luego medito en mi misma, en lo que soy, muchos dicen que me odian pero cuando se ven a punto de perderme es entonces cuando se aferran mas a mi. Aunque nadie lo crea, lloro… pues yo soy la dadora de alegrías y dolores, de enseñanzas y tropiezos… Cuando algún alma inquieta en su celda dice saber quien soy, es cuando menos me conoce, ¿soy extraña saben? Y muchos lo han experimentado y hay otros por hacerlo, si alguno hace mal de seguro que tiempo después yo le devolveré su obra, conmigo quien siembra cosecha, quien no, mas tarde se arrepentirá, no soy mala no, solo enseño lo que creo, lo que mi creador me instruyo.

El me hizo con dulzura, pensó en mí con emoción, dijo serás la luz, el aliento, el beso…
Por medio de ti sentirán quien soy, verán mis obras, palparan mi creación. Pero no se si pueda con esto, todos me malgastan, me desperdician, me tienen en poco.

Hablo con mi mejor amigo, el cual existe porque las almas lo crearon, casi todas dependen de el, unos caminan con el, otros corren y otros simplemente lo desperdician, el y yo nos entendemos bien, yo doy las lecciones de las cuales les hable junto con el, el me dice: “Espera y veras, aunque corran yo soy quien tiene la ultima palabra”. Con el hablamos acerca de lo que hacen con nosotros, la mayoría nos tienen y no lo entienden, cuando estamos propicios para darle oportunidades, las dejan pasar, nos malgastan pensando en ilusiones vanas, aquellos solitarios pierden su mente en fantasías, desperdician momentos por estar creyendo que les seremos eternos. Dejan el oasis por bañarse en arena, creen que les seremos perpetuos.

Me parten el alma cuando juegan conmigo, cuando me ponen en vilo, me rifan, me dejan a la suerte, no saben que me da miedo, que me produce pánico el dejarlos aunque a ellos no les importe, juegan conmigo como sino valiese nada, cuando mi creador dijo que yo valía todo, ellos creen que es una burla, pero no, yo no soy un chiste, soy real, todos me pueden sentir corriendo entre sus venas, clamando por atención, por amor. Es tan horrible cuando algún solitario me corta las alas, cuando el mismo decide no darme mas su cuerpo, cuando con sus propias manos, me tira lejos… Yo quisiera no seguirles dando más de mí, soy un regalo y me desprecian, soy un tesoro que malgastan, una luz que oscurecen, el aire que asfixian, la flor que marchitan.

¿Crees que puedes jugar conmigo? ¿Crees que soy tan poca cosa? Esa es mi gran pregunta y quiero que me la respondas mientras lees esta carta que con tanto dolor te escribo. ¿Crees que te soy eterna? ¿O que soy tu desgracia? ¿No eres feliz conmigo?...

Solitario, solitario, piensa un segundo en mi, medita un minuto en el uso que me estas dando, siéntate una hora y reflexiona, yo por mi parte aunque este cansada te seguiré dando mi aliento, piensa un momento en mi y en mi amigo, siente en tu celda nuestra compañía, siente nuestro apoyo y nuestra bendición, aprovéchanos, gózanos, no te seremos perpetuos, ¿Ya sabes quien soy? Si, soy la VIDA, yo te vi antes de nacer, te bese en aquel hospital, te he acompañado hasta este momento, ahora dime ¿realmente me quieres? Y que tal si no desperdicias mas a mi amigo, el ¿Crees sabes quien es el? Si, el TIEMPO, dale la oportunidad de ser, no corras contra el, te aseguro que solo te quedara el cansancio.

Ya no te molesto mas, por fin me desahogue, ya te dije lo que sentía, ya te hable de lo que pienso, ya te abrí mi corazón, ahora ábreme el tuyo.



Con amor.
LA VIDA.

 

El Ángel de las Alas Rotas:
Una carta excelente en medio de poemas, no se si los hará palidecer si ellos sienten, buen trabajo, cuasi mágico

Un saludo

Jaime