Carta de un suicida.

Carta de un suicida.

Desde las sombras, hoy la vida termino, hoy sé que mi alma cruzara a otro mundo; veo los rostros de las personas, caras desconocidas, sonrisas vacías, rostros que no tienen rostro.
El mundo se ha tornado tan extraño, confuso, las voces vienen y van en un murmullo multitudinario, una torre de Babel que comienza a colapsarse. La vida termina hoy, quizá se llegue a creer que estoy deprimido, triste o confundido, no, estoy demasiado cuerdo, quizá este loco, tal vez todos estamos locos y en esa locura no entendemos la coherencia; es solo que estoy exhausto, estoy tan agotado de este embrollo corrupto y sucio, de esta mentira que ha perdurado por siglos en la “libertad”.
Desde las sombras, desde la oscuridad escribo estas líneas, no sé si llegaran a ser leídas, no me importa, lo único que en realidad me interesa, lo que en verdad quiero es trocear estas cadenas que no me dejan vivir en paz, desde las sombras, durante años temí a las sombras y hoy que las adopto por fin me siento en casa.
He privado a mis ojos de la luz, a mis oídos del sonido, he cancelado mis sentidos, en estos últimos momentos solo quiero ser yo y el mundo fuera, quiero sentirme amado, sentirme solitario, quiero saber que mi vida no es solo una papeleta más en un tiradero de basura.
La vida termino, no sé qué será de mí, dejare este lugar, este mundo de mentiras, romperé mis cadenas de opresión, seré libre, en cuanto todo termine sé que me sentiré mejor , dejare atrás a la humanidad, dejare atrás esos rostros sin rostro y las sonrisas vacías, dejare de ser “libre” para verdaderamente ser libre, moriré para comenzar a vivir…

 

Desde las sombras, hoy la vida termino, hoy sé que mi alma cruzara a otro mundo; veo los rostros de las personas, caras desconocidas, sonrisas vacías, rostros que no tienen rostro.

Nos habla desde las "sombras", considero por el resto del texto, que esas sombras son el instante de negación a otra perspectiva que le imposibilite al sujeto contemplar o elucubrar más posibilidades que las que la humanidad ha establecido como las "únicas" que hay, no considera otras.
Luego nos dice que irá a otro mundo (nos han enseñado como credo que hay un paraíso perfecto en espera); luego nos comparte la probable causa de su desmoronamiento interno: los rostros, las caras desconocidas, la vaciedad o falsedad de sus expresiones; y lo último: rostros que no tienen rostro, en esto yo interpreto lo que todos vemos a diario gente que nos es indiferente o a la que vemos con indiferencia.

Bueno, pues la humanidad es así, una inmensa mayoría de seres que no significan más que otros seres vivos para nosotros, y que, sin motivos para integrar ( o que integremos ) su ámbito personal, nos sentimos ajenos o los sentimos ajenos.

Yo encuentro al personaje del texto como un ser muy sensible a las actitudes de los demás: le afectan demasiado, diríamos. Pero esto solo sucede cuando le somos ajenos a los demás, o nos son ajenos. Basta un pequeño detalle para que salgamos del armario y cobremos vida para él. Tal ha sucedido conmigo ahora mismo, y sucede con otros. Vemos un sujeto callado y no hay nada en él que nos permita entrar en su mundo, cuando nos enteramos de sus pensamientos la cosa cambia, nos llama la atención y entablamos una primera relación. Ha dejado de ser un extraño y hemos dejado de ser seres ajenos a su vida.

El mundo se ha tornado tan extraño, confuso, las voces vienen y van en un murmullo multitudinario, una torre de Babel que comienza a colapsarse.

Bueno, a mí, y estoy seguro que a muchos más, como al personaje del texto, el mundo nos ha parecido siempre algo extraño, incomprensible las más de las veces. No creo que haya personas con un conocimiento exacto de los que es el mundo, y con capacidad para comprender todo ese barullo que las muchedumbres emiten mientras están con vida. Exactamente, como una torre de Babel, y esto no solamente porque la humanidad no hable el mismo idioma, aún hablando el mismo, las multitudes, como grades masas o como individuos, son muchas veces incomprensibles. Por eso se dice que "cada cabeza es un mudo".
Yo, en la mayoría de edad, después de haber sorteado todo esto que mencionas, apenas me siento hoy en un momento de reflexión sobre todo lo que he vivido y me ha sucedido durante toda mi vida.

La complejidad del mundo me ha inspirado para intentar pasar de la sorpresa y del estado de aislamiento por lo multitudinario que parece, a otro estado: el de intentar comprenderlo, pensar en él y leer las opiniones de quienes han tenido esa misma inquietud.

La idea del colapso siempre ha existido en nuestras mentes desde la antigüedad, siempre nos parece que estamos al borde del final, a lo mejor porque nuestro hartazgo de todo este entramado que el ser humano teje para sobrevivir nos hace sentir que ya basta de tanta maraña oportunista y ventajosa. Pero no, el mundo sigue y la vida también, parece surrealista la forma en que se adapta a todas las circunstancias y asquea cuando en ese mecanismo suceden cosas que consideramos aberrante, como las de sobrevivir a costa de los menos adaptados.

La vida termina hoy, quizá se llegue a creer que estoy deprimido, triste o confundido, no, estoy demasiado cuerdo, quizá este loco, tal vez todos estamos locos y en esa locura no entendemos la coherencia; es solo que estoy exhausto, estoy tan agotado de este embrollo corrupto y sucio, de esta mentira que ha perdurado por siglos en la “libertad”.

El sujeto del texto nos dice: "la vida termina hoy". Se entiende en esto algo así como: no quiero ser parte de esto ni como depredador ni como presa. Pone un fin a su estado de consciencia para que esta no perciba un instante más todo eso que le parece aberrante e insostenible, insoportable. Y nos dice que no hay en esta decisión estados emotivos, que es un estado de plena consciencia en el que nace su decisión; y nos hace reflexionar sobre la locura colectiva y la propia como explicación del porqué permitimos que esto sea y continúe siendo así, cuestiona talvez, que aceptemos que, dentro de lo que consideramos libertad todas estas cosas aberrantes se den como forma de vida.

Ya no cito más porque es tan claro el texto, que mis diez gramos de tejido neuronal tienen con esto suficiente material para comprender a ese personaje suicida, y darle parte de razón en sus reflexiones.

Bueno, pues a mí se me ocurren varias cosas al leer el maravilloso texto que nos has compartido. Aclaro que son ideas recontralocas. Por ejemplo, se me ocurre pensar que esta vida, contrariamente a lo que nos han enseñado como paradigma, no tuvo un inicio hermoso, paradisíaco, perfecto. Que siempre ha sido (y tal vez ha sido peor) tal cual es ahora. Qué ha sido como una especie de infección bacterial que se nutre de la putrefacción y que los organismos mejor adaptados son los que han sobrevivido, y que en sus genes traen ese mecanismo de ver en el débil como alimento, pensar y aceptar que esa es la razón de que esté ahí. Y que se asocian como si fueran mafias para el propósito de prevalecer y combatir a los demás. Y esta idea absurda tiene relación con lo que llamamos nuestros sistemas de autodefensa o sistema inmunológico. Un grupo de células se han asociado para constituir dentro del cuerpo una especie de empresa que proporciona a su asociación (el cuerpo humano) un servicio de seguridad armamentista a cambio de ser alimentadas por el torrente sanguíneo. Dicen que el cuerpo humano tiene viviendo dentro de su sistema millones de seres ajenos a su tejido asociado, cuando no son depredadores que signifiquen un peligro para su existencia y buen funcionamiento, todos los mercenarios contratados por las células asociadas (el cuerpo) les permiten parasitar. Así que cada uno de nosotros somos algo así como un Imperio de microorganismos que interactúa con otros (como nosotros lo hacemos) para sobrevivir y multiplicarse. Y como nada es estable, igual que el mundo exterior o eso que llamamos sociedad, pues hay una actividad constante que es compleja y quizá agobiante: estar al día en armamentos biológicos, Yo creo que de ahí sacaron la idea de los antivirus.

Bueno, visto así, la decisión del personaje del cuento, rinde sin oportunidad de batalla, a todo un universo interno de seres que, pese al desánimo en la mente del universo que habitan, están dispuestos a desafiar cualquier entuerto, como don Quijote.

Yo no soy creyente, la idea de un mundo mejor pasa en mi consciencia la sala de debates neuronal y tiene, entre otras muchas conclusiones, esta:

Se nos ha enseñado que somos obra de algo o alguien perfectísimo. Y que todo esto fue creado y fue un paraíso un día. Y que por culpa de dos fulanos desobedientes todo se echó a perder. Y después de una vida de penurias jodiendo al prójimo para sobrevivir, todo este canibalismo terminará si hacemos x cosas igual de absurdas. Y que después de muertos (ojo con esto) los que hayan cubierto las cuotas, sido sumisos a los que la voluntad divina puso sobre sus vidas y sus deseos, y que no se hayan masturbado, o codiciado a una bella curvilínea, y dado los diezmos, y las confesiones y etc etc, tendrá posibilidades de ir ahí. Todo eso que nos enseñan como verdadero talvez no lo es, es solo una idea que requiere de la fe ciega para creerse algo cierto.
Lo único cierto es que estamos aquí porque la naturaleza así lo dispuso, Y que todos tenemos sistema digestivo que ingiere seres vivos, muertos congelados, enlatados, transgénicos para generar tejidos para el cuerpo que ya describí antes.
Y ese cuerpo, pese a toda la belleza que pueda poseer por naturaleza, o por magia de la cirugía moderna o los implantes apropiados, es un cuerpo que tiene dientes como cualquier otro animal depredador, y que si no come tejido de seres vivos se muere. Y si come, también morirá un día porque toda la programación ( hasta hoy no se explica bien a bien) animal tiene su etapa de envejecimiento y muerte. Por eso se aparea y reproduce, para que las bacterias humanas sigan y sigan sobreviviendo mediante el canibalismo social y el orgánico, y de eso nadie se escapa, al menos no hasta hoy. Quizá mañana: la robótica.

Sobre la necesidad de ser amado y de amar. Bueno, esto es algo que requerimos los hombres, los gatos, los perros y todos aquellos que conviven con nosotros y que no forman parte de nuestra dieta. Hay seres humanos que tienen como mascota querida a un pollito, y en épocas de hambruna, en el campo, el pollito pasa a ser sopa. Durante la peste negra, allá por la edad media, las madres dejaban morir solos a sus niños recién nacidos cuando en él aparecieron los síntomas de la peste, tal sucedió con los demás parentescos, ancianos abuelos, amorosos padres, maridos, esposas, hermanos... etc etc.
Ese hermoso estado afectivo dura mientras no aparezca el reclamo de sobrevivir que nuestra naturaleza pone como lo principal en el ser vivo. Hay martirios pos supuesto, ese es un acto hermoso que no solo se da en el ser humano. Hay gatas que han entrado a casas incendiadas para rescatar a sus crías y vuelven por la otra aunque su cuerpo este tan quemado que parezca imposible que siga con vida. De todo hay en esta vida amigo escritor, y el personaje que nos habla talvez en esos momentos, por el estado en que se encuentra no lo ha considerado.

Y bueno, la vida, ciertamente es terrible pero no lo es siempre, tiene sus momentos especiales y aunque no se ven desde la proa de nuestra nave en determinados momentos, están al alcance en algún momento. Enmedio de la tormenta, a veces externa, a veces conductual (una vida muy apegada a las normas moralingas) otras veces hormonal, no se tiene el instante para pensar que casi todo tiene su temporalidad, es pasajero.
No siempre anda uno entre montañas y montañas, los valles, los horizontes están y aparecen ahí. Y esa es una visión que quizá vale la pena ver: ese instante, aunque después la lucha por la sobreviviente siga porque estamos vivos.

Valdrá la pena asomarse al día siguiente... no lo sé, talvez. Mi experiencia personal es que después de 58 años de vida y de muchos instantes críticos, siento, pienso, que sí valió la pena.
Además, pensar en todo eso, recordar cada detalle, sigue siendo hermoso.

Bueno, yo soy ateo. En nuestro portal hay de todo tipo de personas y mentalidades, bueno hay hasta del Opus Dei. Yo creo que su texto merece una reflexión por parte de estas mentes y mentalidades, y eso es la humanidad. Diversidad que se confronta o se amalgama en algunos aspectos. Esa, según yo, es otra de las cosas sorprendentes que tiene el ser humano, además de caníbal y depredador.

Abrazos, felicitaciones por tu texto.

 

Me ha llegado al alma su poema, el gran mensaje que ha querido dejar.
"dejare de ser “libre” para verdaderamente ser libre, moriré para comenzar a vivir" muchísimas veces he pensado eso, en este mundo de doble cara asesina, que no es más que la propia hipocresía.

Un placer leer esta magnífica obra.