Cascada de Nieve, Un Motivo Repentino

Una primera cascada de nieve,
pareciera que siempre caen tus cascadas de gotas, de lluvia, de hielo entre el sendero de una luz refrigerada.

Es una historia que comienza con otra historia,
que desarrolla el elixir del tema y lo bifurca y amplía en dos momentos necesarios.

No espero que el destino me sonría de repente,
sabe bien que no le creo pues no siempre está en lo cierto.

No espero, colindo con el reflejo,
le muestro mis mil caras de sonrisas y llantos,
para no acompañarme y no engañarme.

El pórtico de los escudos me lo hará saber,
medirá el segundo un instante en el parir,
de invertir en otro ser,
la esperanza,
la honorable y verde esperanza.

Los escalones bajan por sí mismos, son el trueno de la espera melancólica,
son el ruido de tacones en mujer,
son la nieve necesaria del invierno,
son el tibio amanecer del día Verano.

Por eso, y para no despreciar a los sacerdotes,
es que tenemos un sinfín de respetos, de múltiples y sonoros respetos,
necesarios todavía para el sistema navegado.

Por eso,
el visor de telaraña se despide de mi cuerpo,
y me deja el dibujo de su brujo enamorado.