Casi todo para mí:

Como una educada,

y antigua mujer,

quien conoce mi corazón,

y entiende este amor,

mis palabras,

cuidar de los niños,

la madera añeja,

y la sala repleta de juguetes,

nos amó,

con saeta, como nadie más,

ella defendió mi corazón,

aunque sea lo último,

de sus palabras,

no hay adiós.




Porque ella lo sabe todo

casi todo sobre mí,

con una sola señal me protege.


Creo que todavía puedo ver,

cuando ella era una niña,

y cuidó de sus hermanas,

ella guarda mi llave,

imcluso en las habitaciones,

antiguas, lujosas, llenas de soledad,

habían ilusiones como estrellas doradas.



Sé que los colores pastel y rosas,

le mostraron el camino,

sé que los ángeles bajaron,

para cuidar, marcar su destino,

cuidaron sus sueños,

se hicieron dueños del miedo.



Y ahora deberías saber,

usted es casi todo,

de lo que aprendí al crecer,

es casi todo,

lo que he aprendido,

para no caer, a veces,

eres casi todo.


Estoy segura de que ayudamos un poco al mundo,

cuando solemos desatar nudos.

 

Gracias por compartirlo... Es un buen poema. Enhorabuena.

 

Muchas Gracias.