Castillos Hundidos

Puede que desde hoy te invente en mis pesadillas mas suicidas
Y me comprometa a visualizarte a lo lejos de mis sueños
Preparando estadías ficticias, a semblante equivoco
Realmente seré la majestuosidad que se asusta de ver su nombre en el cielo

Silencio ante todo, por favor, ¡no conocemos a mi presencia!

Se presume que rompieron las barreras de aquel horizonte
Humedeciendo aquello arroyo tan vació de cantidades etéreas

Fascinante polvo volátil
Inmerso en los secretos arrizados al atardecer de un pensamiento
Si ocultamos todos nuestros vocablos tendremos oportunidades

Silencio ante todo, por favor, ¡no conocemos a mi presencia!

A donde llegamos, siempre, se alteran las huidas
Se establece la parodia de consentir al aire sin producir un sórdido deseo sexual
A cambio de morir indignes, sin pudor, sin decencias adecuadas

Empezar a caminar
Volar sin desesperar, arriba más allá donde caen las esperanzas fuertes
Caeremos al sitio desolado y reconoceremos nuestra silueta

Mi cuerpo tu cuerpo sus cuerpos, realizando mis magias
Préstamos inconclusos hacia los rumores repudiados
Conseguiremos proteger miles de carcajadas, no más

Silencio ante todo, por favor, ¡no conocemos a mi presencia!

Llevar el propósito hacia el sótano
No contestes la pregunta, sin antes permanecer inmóvil al amor
Secretamos impertinencias, no evolucionamos al creer, evolucionamos al crear.

 

Muy agradable el cierre. Te felicito.

 

Una grata poesia la de esos castillos vaya que me ha encantado leerte y porsupuesto dejar mi comentario te este leyendo saludos un placer.

 

A veces pisan nuestros muros
dolidos y desplomados, sin acantilados
para huir de sus pasos duros,
quedamos hermanados, todos derribados.

Somos castillos de arena
que el viento nos derriba una muralla,
fortaleza que no es buena
cuando perdemos otra atalaya.

Un verdadero honor leerte en esta magnifica exposición de tus versos.