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El destino acechaba
detrás de cada puerta,
detrás de cada noche,
detrás de cada sol…
E indefensos que somos,
sin presentir siquiera,
ese día… cualquiera…
se nos abalanzó…

Nos brindó el sufrimiento
y su mortal canción;
nos arrancó de cuajo
nuestra vida prestada,
nuestra idea de ser libres,
nuestra loca ilusión…

Nos fue quitando la venda
de los ojos llena de amor
y se quedó, desnudo
ante nosotros, el Horror,
que nos dijo al oído:

-Nada les pertenece;
yo les brindé la vida.
yo conseguí su unión
y ahora los separo
de su felicidad en flor.

Pero… ¿qué saben ni el Horror
-ni el destino-
ni la suerte, ni Dios…?
¿Qué saben todos ellos juntos
lo que es nuestro amor?

Aún así… nos rebelamos
y luchamos hasta el fin.
Yo por conservar tu vida,
y tú… siempre por vivir…

Pero… ¿qué saben ni el éter
ni el bisturí…?
¿Qué sabe el médico experto
de lo que no tiene fin…?

Y así, aparentemente,
perdimos la batalla …
Nos descosieron los cuerpos,
nos rompieron a la mitad
y te llevaron al cosmos
donde no existe el tiempo…

¿Qué no sabían acaso en su “Potestad”
que nosotros vivíamos en ese cosmos ya?

Y el Horror se ha callado…
Nunca nos amedrentó con el temor:
Yo me quedé mirándolo de frente,
y tú…tú lo acompañaste
como todo un señor…

Margarita Díaz Mora

 

"Y así, aparentemente,
perdimos la batalla …
Nos descosieron los cuerpos,
nos rompieron a la mitad
y te llevaron al cosmos
donde no existe el tiempo…"

Maravilloso!!!!!!!!!! Te felicito por esta inspiración.

 

Lindas rimas, buen ritmo,
se siente la nostalgía en cada verso,
preguntas aún en espera de respuestas,
sólo noto en el 5to parrafo que hay dos preguntas, la primera
esta sinterminar en signo de interrogacion
y la segunda sin éste al principio.
Gusto leerte.