Catrina

Contigo se termina toda suerte
en aldeas, ciudades y poblados:
siempre joven, no importa cuántos años
tengas tú, desde que te llamas…Muerte.

En el segundo día de noviembre
sin embargo, tu nombre te cambiamos
y, en México, Catrina te llamamos
y te vestimos de iris atrayente;

Entonces, te paseas por las calles,
causando admiración y regocijo:
reflejando en los rostros de los vivos
muy polícromo, ahora, tu semblante.
Día de muertos, tiene mucha vida:
en México…¡se abraza a la Catrina¡.

 

Simpáticos versos. Saludos.