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Celos que mata

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por LeGaQui, 30 de Junio de 2012. Respuestas: 0 | Visitas: 505

  1. LeGaQui

    LeGaQui Poeta adicto al portal

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    ¿Cómo están compañeros de Mundopoesía? Acá de regreso para publicarles un nuevo tema que escribi y deseo saber sus verdaderas críticas sobre lo que expongo. Un saludo cordial para todos. Gracias.


    CELOS QUE MATAN

    El pasadizo estaba completamente oscuro, solo se guiaba gracias a sus ojos que se habían acostumbrado a la oscuridad, como si fuera de un gato. A pesar que iba a corriendo, sabia como sortear los caminos y el laberinto de aquellos pasadizos, no se tropezaba, ni se caía, solo seguía corriendo, corriendo tratando de escapar ¿Escapar de quién? ¿De quién estaba huyendo?, él miraba hacia atrás, y veía o sentía que las paredes se caían o intentaba comérselo, pero él seguía corriendo, o era lo que parecía lo que estaba haciendo, tenía la sensación de que corría, que transpiraba, que se agitaba, luego sentía sus pies en el aire. Si él no puede volar, ¿Por qué tiene la sensación de que está volando ahora, si no tenia alas para hacerlo? Las paredes seguían detrás de él tratando de comérselo.

    Te odio.

    El seguía corriendo. Tratando de huir. Seguía con la sensación de volar, pero tampoco lo hacía. Se ahogaba. Le faltaba el aire. Quería pedir ayuda, pero las palabras se le iban, no podía hablar. El miedo lo sentía por todo lado. Miraba a su alrededor y las paredes que se lo querían comer. Una sombra iba detrás de él.

    Ojala que te mueras

    De un golpe se despertó. Abrió los ojos. Logro reconocer el lugar. Era su cuarto, su misma cama, su mismo televisor. Todo estaba en orden. Qué alivio, pensó. Un mal sueño entonces. Tomo un poco de aire, respiro, o es lo que le pareció haber hecho. Quiso mover sus manos para servirse un poco de agua de una jarra que tenía en su mesa de noche. Pero como que algo lo detenía. Sus dos manos estaban inmóviles. ¿Atadas? No. Solo era sensación. No vio que sus manos estuvieran atadas con algo, porque los sentía inmóviles, petrificadas en su cama. Se ahogaba de nuevo. Intento gritar, pedir ayuda. Pero no podía pronunciar palabra alguna. ¿En qué momento me quede mudo? Pensó.

    Nunca debiste haber hecho eso.

    Despertó. Se sentó en la cama. Su respiración era más rápida. Movió sus brazos, para asegurarse que no era otro mal sueño. Sus brazos respondieron. Miro alrededor y todo estaba en su sitio. Sus libros en la estantería, su ropero bien cerrado, la jarra de agua en su mismo lugar de siempre junto con el vaso. Se sintió aliviado. Intento llevar su mano a la cara y no lo logro. Pensó que se le había adormecido los brazos, por eso era esa sensación. Mala costumbre dormir encima del brazo. Empezó a oír voces. Pasos suaves. Luego aceleraron. Se detuvieron en la entrada de su cuarto. Un golpe seco en la puerta lo lleno de escalofrió. Trato de levantarse. Pero ahora los pies no le respondían. Ya no escuchaba las voces. Pero escucho los pasos más fuertes. Otro golpe seco en la puerta le acelero el corazón. De nuevo los pasos, de dos o tres personas. Luego golpes secos en la pared y en la puerta. Sintió que la cama se movía. Trato de nuevo de gritar. Pero igual que las veces anteriores, no lo logro. Se desesperó. Se tumbó de nuevo a la cama, alguien o alguna fuerza extraña hizo que se echara.

    Dime la verdad ¿Tú me quieres?
    Yo te quiero

    Se despertó con ganas de vomitar. Todo su cuerpo logro inclinarlo hacia el lado derecho de la cama y arrojo. Luego se sienta en la cama. Sintió de nuevo la sensación de que estaba volando o que su cuerpo no reaccionaba a las órdenes de él. Miro de nuevo a su alrededor. Su televisor estaba en el suelo roto y quemado. Sus libros tirados en el piso con los vidrios del estante roto. Su ropero con pocas ropas y algunas también tiradas en el suelo. Sintió extraño todo eso. No recordaba nada de lo sucedido. Sintió algo viscoso en su mano izquierda. La levanta y observa, por la poca luz que entraba de su ventana, que era sangre. Todo le dio vueltas y mareos. Dolores en el pecho, en la espalda, los brazos, las piernas. Todo su cuerpo magullado y maltratado. Un dolor intenso sentía en la cabeza. Llevo su otra mano a tocar esa parte de su cabeza. La sintió abierta. Su corazón no lo sentía palpitar y su respiración no se le cortaba. Miro al suelo. Vio parte de la jarra rota con el vaso que se mantenía casi intacto. Y el agua derramada en todo el piso.
     
    #1

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