Celos

Tengo celos
Del brillo del diamante.
Celos de la luz del viejo carbón.

Apaga la mecha
De la entallada lámpara de tu tallo
¡Joya celosa, me perteneces!

Abre tus oídos
Escucha mis latidos.
Pósate en la peña donde te bañas
¡Olas blancas del pacifico!

Tengo celos del crespón
Quien roza tu cabeza.
Celos del cielo azul vigilante.

Bajo los labios
Guardas el gajo de la fruta.
Clavos salvajes
De tus engaños.

Así pasa el tiempo
Y los segundos me aconsejan,
Las horas me eclipsan
Y los meses que huelen a eternidad.

Tengo celos de tú sombra
¡Maldita luz de la madrugada!
Celos del aire soplador en tú cara.

Mi voluntad siniestra
Polvo del cementerio.
Mi perdido cariño
Paisaje reseco de la montaña.

Ni las nubes, ni los bosques
Ni el chaparrón.
Darán color al mudo sombrío
Habitante de tú alcoba.

Tengo celos del piar de los pájaros
Celos de las copas de licor.
De los remos y sus brazos
Quien te navegan.

Tengo celos
De mi perversa obsesión.

 

El amor es un sentimiento tan bello, que lastimosamente siempre viene acompañado de los celos. Es normal sentirlos, sin embargo, no controlarlos puede tornarse enfermizo. Hermoso poema, con unas imágenes muy buenas. Dejo estrellas a tu pluma. Un placer leerte.

 

Gracias Roch por tu comentario...Saludos.

 

Siempre he dicho que los celos son una gran dosis de inseguridad, pero pueden tener varias lecturas, Felicitaciones amigo, buenas letras. Besos con cariño y estrellas.

 

Gracias amiga...Saludos