Cencerro

Seres miedosos
Necesitados de certidumbre
Apegados a la visibilidad
de un espejo
Que nos escuchen nos reconforta
Debiles y fuertes
Sensibles frustados
Confundidos y aterrados
Por ello podemos ser engañados
con suma facilidad
si nos tienden la mano

De hay la fortuna del malvado
A pesar de todo
el mundo transcurre
porque su cola revolotea
distinguiéndose al ser muy pocos
El resto nos consolamos unos a otros
y matamos el tiempo jugando al corro

Lo importante no está en nuestras manos
El paso del tiempo mitiga
el dolor de las esperanzas no concedidas
Solo con haber participado
nos damos por bien pagados

La filosofía nos sirve de guía
y la religión de salvaconducto
contra la culpa y la melancolía
El placer de soñar
que en otros campos
habremos de jugar
Nos motiva para continuar
apostando por la loteria
y no por los misterios
que se desvanecen
al pretender agarrarlos

Un sin fin de mentiras y verdades
que solo encadenan
mi decadente mediocridad
El no poder sentir el existente absoluto
hace que descuide mi relativa presencia
Ausentandome del mismísimo presente
Quedandome en la interrogación
de tales conceptos
y aceptando la milésima fracción
de tiempo y espacio
en una materia maltrecha
que me permiten mis sentidos vislumbrar
Oigo mi cencerro al cuello
como la vaca que pace y ordeño

05/04/2021
©Dikia

 

Con muchas menos rimas y poniendo los acentos que faltan me parecería un excelente poema. Un cordial saludo, Dikia.