Centímetros de alma.

Arrastra consigo al pasado.
Vaga eternamente por callejones,
guardo sus sonrisas y puso llave a esos cajones.
Es mejor así, las espinas se hicieron carne
y las lagrimas ya se secaran mas tarde.

Permaneció entre la vida y la nada,
el silencio la volvería su esclava.
Ella no entiende de engranajes,
no logra entender porque hay que sacar pasaje.
Pero ella sabe que es de todos este paisaje.

Por aquellas noches ella era diferente,
ahora se olvido que también debía mirar al frente.
Sus ojos ya no son iguales.
Observo a las mariposas,
llora niña, no podrás volar como tales.

¿Adonde vas?
¿te vas?
No corras niña, ya suena aquella alarma.
Ahora corre, corre para que nadie pueda
robarte esos centímetros de alma.

El mar no es dulce,
así que no esperes brillar en aquel desierto.
Ella es la niña, la que desaparece cuando despierto.