Cerco a la calma

En la calle no estoy tranquilo,
fumo a la vista de nadie,
la respiración entrecortada,
bebo como un delincuente,
el tiempo a grandes tragos golpeo,
pues por todo me persiguen,
abortamos a escondidas,
tememos la seguridad del estado,
por que todo esta ilegalizado,
si me asocio, peligroso,
si me manifiesto, terrorista,
si escribo, alborotador,
si grito, me dicen loco,
estos dolores agudos,
no los calman excesos,
tratan de adormecerlos,
con drogodependencia legal,
pero es la hora de los desheredados.

En casa tampoco vivo,
los pagos agobian,
nos cobran por respirar,
paga si quieres estudiar,
futuro que es parte de sus rebajas,
liquidación por cierre del derecho social,
volvemos a ser golpeados por el gris,
la historia gira como garrote vil,
hoy la pena de muerte invisible,
consiste en matar de hambre al débil,
pero es la hora de los desahuciados,
del desprotegido y desempleado,
es tiempo de recuperar los legados,
mirando hacia delante sin miedo,
para aprender de errores pasados,
participando de forma activa,
no ser marionetas sin vida,
en manos de viles trileros,
no dejes que en el patíbulo,
acorralen a nuestros sueños,
construidos con dignidad clandestina,
pues nadie será nunca dueño,
del brillo de las retinas,
la rabia mas genuina,
libera del yugo al desheredado,
condena al déspota a guillotina,
todos escucharán el llamado,
de la justicia campesina.