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Chicles y el mundo de “Sí, puedo”

Tema en 'Prosa: Infantiles' comenzado por fabiolaselene, 23 de Febrero de 2021. Respuestas: 0 | Visitas: 445

  1. fabiolaselene

    fabiolaselene Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Chicles y el mundo de “Sí, puedo”

    Con los pies descalzos, las orejas tiesas congeladas, la nariz como un tomate, pegaba sus manitas en el cristal mojado por la nieve que caía, para mirar ese pastel que tanto deseaba y por unos instantes no tenia frío, veía a su madre y a sus hermanos jugando con él, al calor de la chimenea y su rostro cambiaba, sonreía de nuevo. el mundo del “sí puedo”.
    No quería despertar de su sueño y…
    Unos copos de nieve le despertaron.
    Lucia un sol reluciente cuyos rayos, se reflejaban en ellos y los hacia brillar.
    Saltaban de rama en rama de los árboles y al caer al suelo adquirían formas de deseos según la fuerza que poseían.
    Corre, sube a la cima, le gritaban, sin tu permiso no podemos comenzar la carrera de la Navidad, debes de elegir un rostro, un nombre y como capitán, salir el primero.
    Elegirás una bandera, un arma, un camino, una meta y el juguete que recibirá en su casa, el ganador.
    Piénsalo rápido que, en un par de horas, anochecerá y desapareceremos hasta el amanecer.
    Estaba en su sueño y no sabía que hacer.
    Se fue a la azotea y buscó su estrella en el cielo y la preguntó que debía de hacer.
    Ella en el silencio de la noche le gritó;
    -En que te puedo ayudar?
    Tuyos son los sueños y solo tú sabes la respuesta.
    Mira en tu interior y pregunta a tu corazón que es lo que quiere o necesita, ahí tendrás la respuesta.
    Eso hizo y sin dudarlo entro en su ordenador y comenzó ha hacer sus pedidos on line.
    Encargo a Pasmazón todas las muñecas “alegría” que tuvieran en los almacenes, para repartirlas a cada una de las niñas que nunca tuvieron una en sus brazos y una enorme sonrisa ilumino su rostro
    Ya tenia el nombre pensado y el rostro
    Sin perder ni un segundo se metió en el Puntinglés, subió a la sección del punto, compro una tonelada de ovillos de lana y le dijo a la abuela “mil dedos” que le hiciera una kilométrica bufanda blanca con luciérnagas cosidas, que llevaría de bandera, para iluminar en la noches oscuras y abrigar a todo el que tuviera frío.
    Como era muy goloso y siempre tenía hambre entro en Golosóndio y compró una grañidísima cruz de chocolate y con un niño Jesús hecho con nata, miel y melocotón..
    Subió a la sección de juegos y…
    Como era un aficionado a los rompecabezas, compro uno en 3D, con un billón de piezas para que cada niño escribiera su nombre, dirección y el camino para llegar, a Papa Noel y los Reyes magos, a su casa.
    Viendo en la tele que todo el mundo se disfrazaba en estas fechas, para no ser reconocido, buscó en el centro comercial Toy-pamí el más apropiado para su cometido.
    Recorrió todas las tiendas del mundo del “sí, puedo” y ninguno le llamó la atencion.
    Ya estaba amaneciendo, no tenía el disfraz y tampoco había comprado el juguete o premio para el ganador.
    Volvía a casa, agotado de tanto correr, con la idea de meterse en la cama y descansar, cuando escuchó en su interior, la voz de su mamá que le decía
    -No te rindas y sigue buscando…
    -Tú sí puedes.
    Entonces recordó la imagen de sus padres y hermanos al calor del fuego jugando, subió corriendo a su habitación, vació el bote de chicles que tenía en su escritorio y empezó hacer globos con ellos.
    Los pinto con los colores del arco-iris y… :
    -Los azules los llenó de caramelos de todos los tamaños y sabores.
    -Los marrones los infló con los aromas del bosque, les metió, ríos, mares con todos sus peces, bosques con inmensos árboles, valles y montañas repletos de toda clase de animales.
    -Los verdes los colmó de plantaciones de alimentos y plantas medicinales
    -Los rojos los pintó con frutas exquisitas, típicas de cada rincón del mundo, que solo verlas entraría ganas de hincarlas el diente.
    -Los amarillos los llenó con un trillón de bollitos que quitarían el hambre y otro de soles para iluminar y hacer realidad los sueños.
    Los hizo tan grandes que se iban escapando por la ventana.
    Hizo el más grande para él, en forma de estrella, de plata y oro.
    Lo llenó de palomas blancas, con un letrero en el pico que decía…”tu sí, puedes” y se metió en él, lo pegó con mermelada y en las manos llevaba una caja enorme con su gran tesoro, unos guantes de boxeo, que siempre que estaba triste o de bajón, se los ponía y le daban la fuerza que necesitaba para levantarse de nuevo, superar los problemas y sonreír.
    Ya lo tenia todo.
    Se subió al tejado y comenzó a elevarse.
    El resto le esperaban ansiosos, listos y en fila, su llegada. Se puso al frente y con un correcaminos, encendiendo la mecha, dió la salida.
    El resto de los globos le siguieron y a una velocidad de vértigo llegaron a su destino.
    Cuando llegó a su mundo del “Sí, puedes”, con su lanza mágica, los pinchó y una lluvia de esperanza, sueños, deseos y juguetes llegaron a los pies de cada niño o adulto que sentía y creía en la magia de la Navidad.

    techuaym (mio)
     
    #1

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