Chismear, tendencia global

Mi Mujer, a la cual amo mucho
es poderosa en todos los ámbitos
es implacable en sus propósitos
va hasta el fin de sus astucias
es incansable en su delirio
ser pretenciosa
aunque le duela en delicia
la mantiene impertérrita;

defiende aura de misterio
secretos e intenciones profundos
a nadie manifiestos.

Nunca olvida las burlas,
los maltratos las traiciones
la desvergüenza, el griterío
y la penuria sufridos
en alguna época de la vida.

Por otra parte
La mujer ama con loca pasión
una vez decidida por su espantajo
príncipe, ángel o diablo
de su preferencia, manipula
el chisme a placer. ***

El rumor está en la cocina
en las murmuraciones de la vecina
y en toda lengua viperina
que trae y lleva de sus amigas;

hay comidillas de todos los colores
en la floristería; enredos feos
en la lavandería; falacias
y secretos desplegados
a los cuatro vientos en la peluquería;
toda suerte de embrollos
de la querida de alguien
cuando vienes a la cafetería.

Es plausible relajarse
gozar del cotilleo
noticias sin fundamento
infinidad de bulos
que recorren el barrio entero.

Con el chisme
se actualiza el pasado
se resucita al timador
para torturarse mejor;

en nadie puedes confiar
un lengua suelta
te enreda de pronto
en ese traer y llevar. ***
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Hay quien cree en el chisme
lo inventa, lo fomenta
lo sufre, lo comparte
por venganza o deleite;

es el juego del desquite
compra cómplices
testigos falsos
manipula voluntades:

‘alguien lo dijo por ahí’

‘ya lo sospechaba’

Pareciera un chiste​

activa un mito, fomenta
el cuchicheo de las cuchipandas.

Una tendencia global
a gozar amores fallidos
placeres y desaciertos
o infortunios de alguien;

pone al descubierto lo prohibido
se afligen el dolor y la angustia
sin culpable sin autor conocido
se descarga la conciencia
la pesada carga del secreto. ​

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