ciclos

PRÓLOGO

¿La miopía es causada por una cuestión de herencia o es el deseo irreprimible de no querer ver las cosas como son? La primera es la opción coherente, la segunda es la que tomaría yo. O quizás la que al nacer tomé inconscientemente.

Mi proceso de aprendizaje demoró, pero llegó. Y sucedió a través del error. Pienso que de forma inevitable, veo lo que deseo ver, me engaño por mis sentidos y percepciones. Dejándome llevar por lo que creo captar de ti. Por lo menos eso fue hasta hoy.

Dedico entonces, los tres capítulos siguientes, a los tres fantasmas que se enterraron esta noche. Gracias a ellos, cierro por fin un ciclo de mi vida.

Capítulo 1

“Tu amor para mí es una adicción”

Noches enteras al teléfono, susurrando, suspirando, deseando que no se termine la llamada. Necesidad de escuchar su voz en donde esté. Uno no ve lo que está enfrente de los ojos, simplemente se entrega a un deseo, a una pasión.
La dulzura de su mirada escondía al hombre más frágil.
El momento decisivo llega. Él no viene a ti jamás. Se hunde en sus propios miedos. Termina por ahogarse en ellos y se pierde. Resultó más débil que todos sus deseos. Yo no marco su número nunca más.

Capítulo 2

“Te quise hasta hoy”

Sus besos me arrollaron desde el primer instante. Sus caricias, su mirada, sus palabras, sus promesas y su voz, todo él era el cuento de hadas perfecto.
La sonrisa de portada, escondía a un hombre incompleto.
El momento decisivo llega. Él se va. Se transforma en un hombre que ya no reconoces. Por momentos su voz, es cálida y cercana y por otros es fría e indiferente. Le devuelvo entonces todo lo prometido. Dejo ir a este camaleón que resultó el más manipulable de todos.

Capítulo 3

“Grabada como un tatuaje sobre mi piel”

Su presencia me estremeció desde el primer instante. Sus palabras tocaron mi alma. Su mirada penetró hasta lo más hondo.
Y de pronto, todo lo que pudo haber sido no fue. El momento pasó.
La intensidad de esos momentos parecía llegar de nuevo y esperé. Pero no era tal. La emoción de sentirlo cerca de mí, se desvaneció. No me pudo dar cinco minutos de su vida.
La fuerza de su presencia escondía a un hombre “mago”.
El momento decisivo llega. Su andar va hacia otros caminos que ni se acercan al tuyo. No contesto más a sus llamados y dejo entonces que siga su camino.

EPILOGO

Tres capítulos se terminaron por cerrar. Algunos de mis sueños también. Parte de mí se murió con cada uno. Pero lo curioso es, que partes nuevas nacieron al mismo tiempo. No sé en dónde estén y si alguna vez leen este escrito. La realidad ficcionada puede que sea como siento todo desde mi punto de mi vista, es decir “mi realidad” puede que sea una ficción para ellos, Pero eso ya no importa.
Ya no deseo recoger trozos de nadie.
Mirar al pasado es bueno cuando te impulsa a dar pasos distintos. Sin embargo, mirarlo constantemente deseando quedarse en ellos y revivirlos solo consigue estancarte.
Lo que esperamos es lo que nos mantiene firmes, lo que hace que despertemos cada día con ganas de hacerlo todo, sentirnos en la cima del mundo y creer antiguos cuentos de hadas.
Lo inesperado es lo que nos cambia la vida, tomamos giros repentinos. Sentirse vivo con una mirada hacia un futuro.
Yo deseo lo inesperado, lo que el destino tiene preparado para mí.

 

txany:

Un bonito escrito, mas en prosa que en poema, pero es interesante porque nos habla del fin de los amores y el sentir que nos embriaga.

Un saludo cordial

Jaime